INGREDIENTES
-1 kg. y 100g de fresón-700 g. de azúcar-el zumo de un limón-media manzana (como espesante)
PREPARACIONEsta es una mermelada muy fácil de preparar, por lo que os animo a prepararla en casa ahora que hay un montón de fresones a muy buen precio.
Lo primero que haremos será quitar el pedúnculo a los fresones y en el escurridor lavarlas bajo el grifo. Ahora las ponemos en una cazuela mediana, mejor si es honda ya que luego salpica, y las ponemos en el fuego pequeño directamente. Exprimimos el zumo de un limón y lo echamos a la cazuela.
Movemos con una cuchara de madera. Pelamos la media manzana y la ponemos también en la cazuela. La manzana se utiliza como espesante, luego la retiraremos.Movemos de vez en cuando. El fresón tiene un gran contenido en agua por lo que al principio veremos que tiene mucho caldo.
Gran parte de ese caldo reducirá a medida que avance la cocción. Al cabo de unos quince minutos, lo iremos viendo, la fruta estará casi cocida. No sé si se aprecia por la cacerola lo que ha reducido.
Es el momento de añadir el azúcar. Siempre las medidas de azúcar deberían de ser la misma cantidad de azúcar por cantidad de fruta, pero como me resultan demasiado dulces disminuyo esa cantidad, pero no demasiado ya que quedará excesivamente líquida. Pues ponemos el azúcar en la cazuela y movemos. Y ahora si que deberemos prestar especial atención para que no se pegue moviendo a menudo y dando golpecitos con la cuchara de madera a las fresas para que se desmenucen todo lo posible. Deberá cocer hasta que prácticamente haya evaporado el caldo y destapado, ya que si lo tapamos no evaporará. Mientras, en una cazuela amplia vamos a esterilizar los tarros y sus tapas. ponemos un paño de cocina dentro con el fin de que no choquen unos con otros y los ponemos a cocer unos veinte minutos.
Al cabo de ese tiempo los sacamos a la encimera. Cuando veamos que casi ha evaporado el caldo estará nuestra mermelada. Retiramos la media manzana y la vertemos bien caliente sobre los tarros y los vamos tapando fuertemente y poniéndolos bocabajo.
Los dejamos así hasta que estén totalmente fríos. Entonces les damos la vuelta y ya se pueden guardar en la despensa, el vacío está hecho.
Espero que os guste!