Ya estamos en el mes de noviembre (no sé por qué, pero tengo la sensación que el tiempo pasa demasiado rápido) y con él un nuevo horizonte literario, mas en esta ocasión por un camino diferente al habitual, pues como apunté el pasado 18 de octubre en una entrada me había apuntado a un reto algo diferente, algo especial y es que desde vi la publicación de un reto genérico para el mes de noviembre de Libros que hay que leer consistente en dedicar este mes a géneros no novelísticos, esto es, a poesía, teatro, ensayo, cuentos. Géneros, por otra parte, a los que no le dedico demasiado tiempo habitualmente, y menos en este blog. Así que, me aventuro a descubrir lecturas, a leerlas y a compartirlas en este mes de noviembre.
Y el primer paso dado es para....Robert L. Stevenson, novelista y ensayista, amén de poeta escocés del siglo XIX
Resulta gratificante encontrarte con obras que no conocías de autores clásicos, de autores, cuyas obras fueron de tu etapa de adolescente y con las que creciste (como otros tantos personajes literarios como Nino, el conocido joven protagonista de El lector de Júlio Verne, de Almudena Grandes que se introdujo en el placer de la lectura inicialmente con las novelas de Verne para una vez concluida su obra continuar con La isla del tesoro de Robert L.Stevenson). Y es que para esta primera entrada del reto del mes de la novela quería empezar o con los cuentos de Edgar Allan Poe (tal vez en otra entrada) o de Mercè Rodoreda, pero, como podéis ver con esta entrada del día de hoy, cambié de opinión nada más ver en la sección de poesía de la biblioteca, donde resido y del que soy habitual, esta obra:
Autor: Robert L. Stevenson
Título: Poemas
(selección y traducción de Carlos Pujol)
Año de esta edición: 2000
259 páginas
La veleta
ISBN:84-8444-023-0
Para mí ha sido un gran descubrimiento encontrar esta joya literaria, pues desconocía que uno de los autores más representativos del siglo XIX, y que nos ha dejado como legado literario un gran número de, sobre todo, relatos, de novelas de aventuras (La isla del tesoro, La flecha negra, entre otras) hubiese cultivado el arte poético. Y es que ¿quién no ha vivido las aventuras narradas por Robert L. Stevenson? ¿Quién no conoce a este autor? Muchos de nosotros, incluido un servidor, hemos crecido con sus novelas, con las novelas de otros autores como Júlio Verne, de la misma época y que aun hoy día siguen vigentes sus obras literarias.
En tus leales ojos puedo ver
En tus leales ojos puedo ver
el faro salvador que va a guiarme,tras mucho navegar por mares hondos,
a la quietud de puertos en verano.
Tu voz suena lo mismo que esos pájaros
que el cansado marino oye en el mar;senda al abrigo del mar de la vida
tu leal corazón es para mí.
(pág 259)
El invierno
En los días más fríos, cuando en el callejón
los petirrojos buscaninútilmente bayas y semillas,
veo como unas flores que relucen
en el cristal de mi ventana,
lo que traza el invierno con su lápiz de plata.
Cuando la nieve cubre la colina
y los desnudos bosques enmudecen;
cuando en la helada ciénaga callan los becardones
y todo el patio está anegado en lodo,
junto al hogar la risa de los leños
hace que nazcan las rosas más bellas,
hechas flores de fuego.
(página 165)
Siempre es gratificante descubrir nuevas obras, descubrir que ciertos autores que creías que solo se habían, o se han, dedicado al género novelístico también han caminado por otros senderos literarios.