Septiembre ya está aquí y con él, la temida vuelta a clase, los deberes, exámenes y a las horas de estudio. Y para hacer esto más sencillo, hoy os traigo aquí el Método Cornell, un método de estudio que estoy segura de que muchos no conocéis y os puede venir bien.
Este método fue inventado por Walter Pauk, profesor en la Universidad de Cornell en los años 50 y ayuda a tener los apuntes mejor organizados, y a estudiar de manera más eficaz.
Consiste en dividir una hoja en tres secciones de la siguiente forma:
La primera columna, debe ser de unos 6 cm de ancho y es la columna de las preguntas; en la segunda van los apuntes y abajo, con unos 5 cm de alto iría el resumen del temario.
Lo primero que se debe hacer durante la clase es tomar apuntes en la columna de la derecha intentando anotarlo todo con frases cortas y concisas.
En la columna de la izquierda debemos anotar cualquier duda, reflexión, pregunta o palabra clave que nos pueda ayudar con los apuntes tomados
Y finalmente, una vez que estemos en casa, y menos de 24 horas después de tomar los apuntes, debemos hacer en la parte inferior de la hoja, un pequeño resumen que sintetice los apuntes anteriormente anotados.
Así, a la hora de hacer el repaso antes del examen, puede venirnos muy bien tener resumidas estas ideas.
Si bien cada persona debe encontrar su propio método para estudiar, el método Cornell suele dar muy buenos resultados.
Eso es todo por hoy, sé que ha sido cortito, pero creo que es muy importante saberlo... ¿Tú conocías el método Cornell? Y si no, ¿vas a ponerlo en práctica?
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