Revista En Femenino
Manoseos o intentos de manoseos por parte de lejanos parientes, de amigos de los padres, de vecinos, de profesores, o de desconocidos en la calle... como mínimo eso, lo hemos sufrido todas, absolutamente todas, las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres.
De ahí para alante, muchas mujeres han padecido cosas más graves, abusos y violaciones, la mayoría dentro de las propias familias.
El acoso y el abuso sexual han formado parte de la vida privada y pública en todas las sociedades y en todos los contextos, de los más pobres a los más ricos.
Las estadísticas dicen que 1 de cada 5 niñas o niños, están siendo ahora mismo víctimas de abuso sexual por alguien -casi siempre un hombre- de su propia familia o entorno cercano.
Que los violadores, abusadores, asesinos, pirómanos o delincuentes sean en su casi totalidad hombres lo que indica es que algo en el orden social falla también para ellos.
La falta de educación sexual, la represión emocional, los tabúes, el machismo, el adultocentrismo, las crianzas abusadoras, la falta de empatía y de respeto hacia la infancia, la falta de autoestima como epidemia crónica generalizada entre los humanos, la falta de amor... es el caldo de cultivo y transmisión para todo tipo de violencias.
Las violencias son un continuum, que van de lo pequeño a lo grande, de la punta del iceberg que son las guerras, a cada una de las pequeñas violencias cotidianas que ejercemos sobre los niños y niñas, que se educan en la indefensión aprendida.
Todo es lo mismo.