Aunque cada vez hace más frió. Acabamos de comenzar con el duro Invierno. Lo que quiere decir que nos quedan muchas semanas de frío. Y con él, de preocupaciones por nuestro bebé. Una encuesta decía que uno de los factores que más preocupan a las madres durante éstas fechas, es como proteger al bebé del frío. Es en esta época, cuando tanto niños como adultos, más probabilidades tienen de caer enfermos de gripe, catarros, bronquiolitis…
¿Cómo se si mi bebé tiene frío?
Podemos decir que éste es el mayor problema, cuando hablamos de frío en los niños. Si sabemos que el bebé está pasando frío, es fácil solucionarlo tan solo tendremos que abrigarle. El problema, está en que el bebé, no es capaz de expresar esta sensación. Con lo que deberemos ser nosotros con nuestro sentido común. Los que nos encarguemos de interpretar sus señales.
Para poder saber si el bebé tiene frío, debemos observar algunos detalles. Los bebés no tienen la misma temperatura en todas las partes del cuerpo. Así por ejemplo, los pies, suele ser una parte que siempre tienen fríos, con lo que deberá ser una de las partes que más atención pongamos para taparle. Aunque que tenga los pies fríos no quiere decir que esté pasándolo. Por eso, debemos seguir viendo detalles. El color de la piel, cuando el niño tiene calor, coge un color más rojizo, frente al frío, que se aclara. Para el calor, nos solemos fijar en los mofletes. Si se le ponen muy rojos, uno de los motivos puede ser que tenga calor. Hay tres partes en el cuerpo, que son el mejor punto donde ver su verdadera temperatura. Se trata de la frente, el cuello y la nuca.
¿Cuanto le debemos abrigar para el frío?
Los bebés no tardan mucho tiempo en poder regular su temperatura en situaciones constantes. Esto es lo que nos vamos a encontrar generalmente en casa. Con lo que debemos tratar de vestirle como nos vestimos nosotros. Y cuando le cambiemos de ropa, debemos fijarnos que no haya sudado nada. Ya que el sudor dentro de la ropa, es lo que puede ser más peligroso para que el niño se ponga enfermo. Ojo, siempre con los pies y las manos, que son partes más sensibles para los bebés.
A la hora de salir en Invierno, es cuando nos surgen más problemas. Debemos pensar primero que es lo que vamos a hacer. Si vamos a dar solamente un paseo, sin entrar en ningún lado. Lo abrigaremos para estar en la calle. Pero si tenemos pensado entrar en unas tiendas o en una cafetería. Debemos pensar en algo cómodo que le podremos quitar fácilmente cuando lleguemos al sitio con calefacción.
Nuestro mayor enemigo, son los cambios de temperatura. Cuando el niño pasa a una tienda del frío de la calle y tienen el aire acondicionado fuerte. No solo tiene el calor de la tienda, sino del exceso de su ropa. Y el problema será al salir que pasará de mucho calor a mucho frío. Los cambios bruscos de temperatura, pueden provocar sudoración. Con lo que trataremos de evitarla.