Revista Cultura y Ocio

Mi bloguero invisible: un paquete olvidado en el baño...

Publicado el 06 enero 2015 por Leira
Cuando llegan estas fechas estamos muy pendientes del cartero, para ver si ya llega nuestro bloguero invisible. Pero este año, el mío fue totalmente imprevisible e inesperado.

En primer lugar, enseguida supe quién era, así que esa sorpresa rápidamente se acabó. Sin embargo, este hecho no le quito emoción al asunto, sino que tuvo aún más si cabe. Os estaréis preguntando que a qué se debió todo esto y es fácil de explicar: este año mi bloguera vive 2 calles más arriba que la mía. Sabía que algún día se podía producir esta coincidencia, ya que desde hace tiempo nos seguimos y ambas participamos siempre en esta iniciativa. Y si encima el libro que va a regalar no lo había leído, es evidente que ella iba a estar entre las candidatas. Y, el azar, siempre tan caprichoso, quiso que yo fuera a quien se lo tenía que enviar. Enseguida se puso en contacto conmigo para comunicármelo. Al pensar que el paquete era pequeño, le dije que "picase" a algún vecino diciendo que venía a echar publicidad a los buzones. En mi portal son muy confiados y, aunque hay un buzón de esos para echar los folletos, la gente abre igual. Pero claro, el paquete era grande y no iba a caber en el buzón....¿Qué hacer entonces? Hay que tener en cuenta que es invisible y es mejor que el paquete te llegue sin conocer personalmente al bloguero. Así que, el pasado 3 de enero me dijo que aprovechando que iba a ir a estudiar a la biblioteca del barrio, podía hacer ver que había encontrado el paquete en el baño y yo sólo tenía que ir a la recepción y preguntar por él... (ella me dijo cómo era el paquete, claro está).Pero otra vez, el destino hizo de las suyas. Resulta que al dejarlo, como en el sobre venía mi nombre y mi dirección, se pusieron en contacto conmigo telefónicamente. Debe ser que como tengo tarjeta ciudadana con la que saco libros, entre otras cosas, mi dirección figura en una base de datos. O a saber cómo dieron con mi teléfono... El caso que de esa biblioteca me llaman con frecuencia, ya que suelo apuntarme a listas de espera de libros que quiero leer (bueno, eso era antes de tener el kindle, evidentemente). Tampoco es tan raro, pero cuando llamaron flipé. Me dicen que habían encontrado un paquete en ese centro. En ese momento hasta pensé si mi bloguera invisible no tendría mi teléfono... El móvil no sería difícil, pero el fijo, ya es otra cosa (aunque la titular sea yo). Pero no, ella no tuvo nada que ver y también se quedó a cuadros cuando se lo dije via e-mail. Cuando llego me dicen que vaya suerte había tenido y sólo tuve que enseñar el D.N.I. para comprobar que era yo. Y yo, tuve que poner cara de apurada agradecida para disimular el entuerto. 

Como veis, un bloguero en toda regla con un conserje haciendo de cómplice sin saberlo. El libro es el siguiente: 
Mi bloguero invisible: un paquete olvidado en el baño...
Es un libro que tenía ganas de leer ya que el escritor es el mismo que ¡Viven! que fue el primer libro que leí de mayor (tenía 18 años y se puede decir que fue mi primera lectura adulta). 

Y también unas galletas de jengibre que nos zampamos con el café ayer y que estaban deliciosas: 


Mi bloguero invisible: un paquete olvidado en el baño...

Y mi bloguera era: ¡XULA! Gracias por todo. 
Ahora bien, ¿Cómo el conserje no cayó en la cuenta de que el sobre iba a nombre de la supuesta propietaria? Un sobre sin sello, ni remite... Normalmente los sobres vienen a nombre del destinatario... En fin. que fue una odisea en toda regla y que fue un bloguero invisible diferente a los demás, pero más invisible si cabe. Tened en cuenta que igual nos encontramos por la calle y no lo sabemos... 
Mis agradecimientos: -A Kayena: por organizar el concurso que tanto trabajo lleva (¡Mil gracias, guapa!). -A Xula: por su ingenio para darme el paquete. Si alguien se encuentra en esa situación, ya sabe que eso de los paquetes olvidados en los baños, cuela. Y que todo parece sacado de una novela de espías en la línea de El tiempo entre costuras (yo que liberé 3 libros el pasado año, sé de lo que hablo). -Al conserje del Centro Municipal de El Llano de de Gijón: por ser tan amable en coger el paquete y contactar conmigo. Creo que de ésta, al año que viene va a ver muchos amigos invisibles que acudan a este centro para devolver paquetes olvidados en el baño... (lo siento, no sé su  nombre y es posible que cuando lo vuelva a ver, no recuerde su rostro. También había un chico joven alabando mi "suerte"). Ya veis fue fue un bloguero invisible muy divertido. Próxima parada: San Jordi... 

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