Mi bola de cristal

Por Ileana Medina Hernández

Yo veo un futuro de jornadas laborales de 4 ó 5 horas diarias, donde podamos trabajar y además estar con nuestros hijos…
Veo un futuro de escuelas llenas de alegría y creatividad, donde los niños sean libres, salten, bailen y jueguen al aire libre, entre los árboles y las flores.
Veo un futuro de negocios y empresas pequeños y hermosos, donde la gente crea y sienta en lo que trabaja, donde trabajemos con amor y vocación, en lo que nos gusta, en nuestro talento único, y donde podamos ir con nuestros bebés colgando de fulares, y negociar en igualdad nuestros horarios, nuestras misiones laborales, nuestra aportación, nuestra productividad.
Veo un futuro de ciudades amables, limpias y diseñadas para los niños, que quiere decir aptas para todos, llenas de paseos, parques, jardines, y sitios que digan: “bienvenidos los niños, bienvenidos los ancianos, bienvenida la alegría, bienvenida la vida”.
Veo un planeta cuidado, amado, sostenido, pacífico, donde las especies vivas convivamos en armonía y disfrutemos unos de los otros.
Quiero ese mundo para mi hija, para los tuyos y para los de todos.
El planeta azul y vivo es la bola de cristal.
¿Lo hacemos juntos? Visualícemoslo, soñémoslo, hagámoslo. Está ahí y es posible.