A/A Dña. Paloma Martín MartínGerente del Instituto Madrileño del Menor y la FamiliaGran via, 1428013 Madrid
Se que no va a ser la primera ni la última carta de una madre indignada que va a leer ( digo leer por ser optimista y no decir que “va a enviar directamente a la papelera”, ya sabe que de ilusión también se vive…), pero espero que, el hecho de recibir tantas y tantas cartas, le haga reflexionar un poco.
Yo a usted no la conozco de nada, más que por lo que he podido leer en Internet sobre usted. Y, desde luego, no sale usted muy bien retratada. Obviamente, no siempre podemos fiarnos de la información que hay en la red, ¿ Verdad ¿, pero cuando son muchas las voces que apuntan en una misma dirección, uno empieza a sospechar que pueda haber algo de cierto en ello, y más, cuando salta a la palestra el caso de Habiba, una joven madre marroquí que ha sido separada de su hija por seguir con una lactancia materna más allá de lo que ustedes consideran “ apropiado”.
Creo que, como usted no me conoce de nada, es justo que yo me presente y le hablé un poquito más sobre mí. Tengo 38 años y soy diplomada en enfermería, con más de 10 años de experiencia en áreas de críticos ( no es que esto tenga nada que ver con la lactancia, pero es para que vea que no soy una inculta, o una persona sin oficio ni beneficio….). También soy madre de una niña de 32 meses que sigue tomando el pecho a demanda (algo que usted seguramente definiría como “caótico”). Desde que nació mi hija, la lactancia materna, su defensa y su promoción, se convirtió en uno de los objetivos de mi blog http://lamamavaca.blogspot.com/.
Y ahora, ya que las dos nos conocemos un poquito más, intentaré apelar a su sentido común, a su bondad, a su empatía, a lo que haga falta para que vea el error que están cometiendo con Habiba.
Para ello, no recurriré a aportarle información sobre lactancia de la OMS, ya que usted es una mujer con formación y seguro que ya conoce sus recomendaciones. Ni tampoco le hablaré sobre la AEPED, ni sobre Carlos González, eminente pediatra, defensor de la lactancia materna y presidente de la Asociación Catalana proLactancia Materna. Para ello intentaré explicarle, como madre que soy, los sentimientos que genera un caso así.
Poniendome en la piel de Habiba ( a esto, por si no lo sabe, se le llama empatía ), se me retuerce el estómago, me da vueltas la cabeza y no puedo más que dejar correr las lágrimas por mis mejillas.
Como madre, mi hija es mi mundo, es mi bien más preciado y la persona a la que más amo en este planeta. Pero yo tengo la suerte de no estar en una situación de exclusión social, de tener un trabajo como funcionaria en la sanidad pública, en tener un marido que a la vez es un padre estupendo. Tengo una casa, una familia, amigos..... Tengo muchas cosas que me hacen poco vulnerable ante atropellos de mis derechos como se han producido con Habiba.
El daño que están inflingiendo a esta mujer, como castigo a no querer “acatar” sus imposiciones, va más allá de ayudar a que fracase una lactancia más. Llega a límites de sadismo.
Imponer un destete forzado, me parece algo extremadamente horrible, tanto para la madre como para la niña. La lactancia no es solo alimento, es muchas cosas más. A los bebes y niños que lactan, el pecho les reconforta, les aporta seguridad, les calma cuando están nerviosos....incluso reduce el dolor físico ( si, como lee ). Pero como ya le he dicho, no quiero enfrascarme un una diatriba, solo quiero que, por un momento, se ponga usted en el lugar de una madre sola, sin red de apoyo, que está en una casa de acogida donde, por los motivos que sean ( falta de información, creencias erroneas, prejuicios,...), quieren forzarla a abandonar ese vínculo único que mantiene con su hija.
Pongase en el lugar de esa madre, esa mujer, que es separada a la fuerza de su hija, que es expulsada del único lugar que tiene como hogar. Pongase en el lugar de ese ser humano, piense en su sufrimiento y digame: ¿ Como se siente usted ? espero que sea ni la mitad de mal que me siento yo en estos momentos.
No se si usted es madre y, si lo es, no se si habrá dado el pecho, si habrá sentido lo maravilloso que es poder alimentar y reconfortar a un bebé, a tu propio bebé, al producto de tus entrañas. Le aseguro que es una experiencia fuerte, muy fuerte.
Por eso, somos muchas las madres indignadas con el secuestro ( porque lo que han hecho con la hija de habiba no tiene otro nombre ) de esa niña. Somos muchas las madres indignadas que vamos a hacer que nuestras voces se oigan y se unan a la voz de Habiba para darle fuerza y hacer que se oiga en todos lados.
Y, por si mi carta lo es es suficiente, o simplemente le parece una pataleta aíslada de “otra talibana de la teta” más, sepa que somos muchas las que se piensa igual que yo y que no van a permitir que actos salvajes como este se sigan llevando a cabo en un país supuestamente democrático y del primer mundo.
Por que TODAS SOMOS HABIBA.
Atentamente,LadyQuinqui