Mi derecho a la resistencia

El gobierno de Evo Morales ha enviado una carta al colectivo gay español para “ratificar” el respeto a la libertad sexual establecido en la nueva Constitución Política del país.

“bajo ninguna circunstancia” el presidente del país, Evo Morales, se refirió a los homosexuales durante el discurso pronunciado la semana pasada cuando habló de los transgénicos al inaugurar la cumbre social sobre el cambio climático realizada en Bolivia.

Las declaraciones son de Iván Canelas, portavoz del Gobierno Bolivariano que además indica en su misiva algo de lo que ya nos hicimos eco en los comentarios de la anterior entrada en los que comentamos el pollo montado, nunca mejor dicho, y es que Evo Morales fue el impulsor de la nueva Carta Magna promulgada hace más de un año que prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, etc

En puridad, la cuestión debería quedarse aquí. Pero hay algo que quiero decir a modo de epitafio del tema. Más que nada porque alguno confundió la velocidad con el tocino, y amén de calificarme de izquierdista puro-de-los-de-verdad, quiso ver en mi anterior post una defensa acrítica de Evo en vez de una crítica fundada a la manipulación de los medios.

Con demasiada frecuencia, los medios de comunicación tergiversan y manipulan las noticias para acomodarlas a los intereses de sus líneas y grupos editoriales. Sostengo que es un escándalo el tratamiento que se da a las noticias que vienen de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba. Sobre todo si se contrasta en como tratan las noticias de Colombia, por poner un ejemplo, u Honduras (Parafraseando a J. A. Pérez, ¿Sabían ustedes que ya van seis periodistas que se han caído en la bañera y se han clavado tres balas en la frente en los últimas semanas?). O sin ir tan lejos y sin salir de este país, todo lo que acontece en Euskadi.

Con esta polémica por la ambigüedad de las palabras de Evo asistí a una conversación treméndamente clarificadora en Twitter, donde un usuario recriminaba a La Sexta Noticias que el entrecomillado de la noticia con la que titulaban en la web “Evo Morales: “Los pollos hormonados te vuelven homosexual”, era errónea, ya que Evo nunca dijo eso. Sólo hacía falta ver el vídeo original para ver que era mentira. La Sexta Noticias no sólo no retiró el titular de la noticia en su forma sino que repitió la noticia de la misma manera en su telediario. Argumentó a este usuario que estaban en su derecho “a interpretar” (entre varias interpretaciones) que Evo efectivamente había dicho eso. Cuando este usuario insistió en que mentían, alegaron que no había dicho la palabra homosexual, cierto, sino “desviaciones sexuales”. También era mentira. Pero ellos alegaron que interpretaban lo que las agencias informativas habían interpretado y que así se iba a quedar.

Cuando prácticamente todos los medios de comunicación actúan de esta manera, induciendo a sus espectadores, oyentes, lectores, a una interpretación sesgada y manipulada de la realidad, algo falla. Yo tengo la inmensa fortuna de poder contrastar (algunas veces) las noticias con múltiples fuentes alternativas y hacerme una composición del hecho lo más ajustado a la realidad. Me puedo formar una opinión independiente. La inmensa población no. Y para ellos, porque además mañana no van a rectificar en sus telediarios, Evo es un xenófobo ignorante y así se quedará, por obra y gracia de una interpretación de una nota de agencia en la que alguien vio un buen chiste como titular.

Y ante tanta manipulación, tergiversación y desinformación, lo que yo antepongo es mi derecho a la resistencia.

Porque este país necesita buenos políticos. Desterrar a los corruptos y a los demagogos. Necesita buenos jueces que antepongan la justicia a los intereses del partido que les ha aupado a las más altas magistraturas. Pero también necesita un periodismo crítico e independiente. Capaz de anteponerse a los intereses económicos de sus editores. Capaz de informar sin pensar en el coste político del partido contrario al que les ha otorgado la licencia de esa televisión o aquél favor. Una prensa que no copie y pegue lo que copia y pega alguno en alguna agencia.

Periodismo, al fin y al cabo.

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