Resultó que los 140 caracteres de Twitter se me quedaron cortos. Ya no bastaba con compartir unas cuantas frases o ideas, necesitaba algo más. Algo que me hiciera sentirme realizado de verdad. Fue entonces cuando descubrí el mundo de los blogs y pensé que eso era justo lo que andaba buscando.
Maldito iluso. Digo maldito iluso porque el caso es que en las últimas semanas ando escribiendo un Ebook y me he visto sumergido de lleno en una espiral de ideas, sueños y motivaciones, que si bien me hacen levantarme de la cama con algo por lo que luchar, lo cierto es que no hacen otra cosa que alimentar este maldito desasosiego, ese que era el que precisamente pretendía calmar.
Ahora estoy convencido de que sabía de lo que hablaba quien dijo aquello de:
Cuanto más tenemos más queremos
Quizás nunca sea suficiente, quizás no importe lo que uno consiga y esa sensación de vacío sea nuestro lastre por el resto de nuestros días. Quizás esa paz interior que todos anhelamos sea tan sólo una utopía.
Ojalá me equivoque, ojalá llegue el día en que mire alrededor y me dé por satisfecho. Ojalá no tardando este desasosiego se marchite y me levante de la cama con mis deseos y ambiciones debilitados.
Tan sólo fluir como el agua.
Georgia