Se vuelve a lo básico para entender lo complejo. Para salir del encierro de creer las situaciones más complicadas de lo que son se requiere la simplicidad del que puede ver vida en cada acto por más ínfimo que parezca.
Cada uno vive su vida, su drama, con las herramientas que sabe y se permite aprender a diario. Comedia o tragedia personal que lo lleva a la conquista del eterno pensamiento que despliega el campo de la acción.
“No hagas de cada hecho una tragedia”, aconseja un cercano. Ser cercano es el que se permite bajar las expectativas y dar paso al diálogo fluido que posibilite desplegar el escenario del drama interno para descubrir un nuevo evento.
La voluntad de poder es siempre querer.
Querer decir. Querer hacer. Simplemente querer. Expresar lo que nos ocurre, nos pasa, se nos hace carne para que de esa expresión salgan los sentimientos y las consecuencias de los actos.
Sólo el tiempo establece en su lugar a la distancia entre la idealización de la mente y la efectivización del hecho consumado.
Tu bastón es tu recurso, pero también deterioro. Cuando lo sueltes notarás de qué te hablo.
Muchas veces, la manera de superar un problema no es empecinándose en él, sino dejando que se airee, restándole su relevancia, faltándole el respeto al inconveniente, aceptando lo real, sin problema alguno.
Talón de aquellos que se planta en las bases y echa raíces.