Mi experiencia con la radiofrecuencia facial en Germaine Goya

Como ya os comenté hace unas semanas me hice la depilación con láser Soprano en el centro de belleza Germaine Goya (C/ Alcántara, 4) y, después de los buenos resultados obtenidos, decidí repetir aunque, en esta ocasión, lo que probé fue la radiofrecuencia facial.

La radiofrecuencia facial, o lifting sin cirugía, es una técnica que se emplea para acabar con las arrugas, la flacidez y el descolgamiento de la piel del rostro. 

Algo que, con el paso de los años, es inevitable que ocurra ya que la piel va disminuyendo su producción de colágeno y perdiendo elasticidad.

Y la radiofrecuencia consigue el mismo efecto de un lifting pero sin tener que pasar por el quirófano.

¿Cómo?
Pues mediante la aplicación de calor en la zona a tratar para actuar sobre los tejidos y estimular la circulación sanguínea y la formación de colágeno y elastina, sustancias que son necesarias para que la piel no pierda su firmeza y se mantenga joven y tersa.

Para comenzar, se realiza una higiene facial y que es fundamental que el cutis esté libre de impurezas para esté más receptivo a las propiedades de este o de cualquier otro tratamiento.

Después se aplica un aceite sobre la piel limpia y se desliza sobre la zona a tratar un cabezal que conduce la energía hasta las zonas más profundas de la piel y, de esta forma, se logra la estimulación del colágeno y se favorecen los cambios de forma gradual.

Se utilizan dos tipos de radiofrecuencia para obtener los resultados óptimos: la Bipolar, que provoca un calentamiento superficial de la piel; y la Monopolar, que produce un calentamiento en la parte más profunda de la dermis. 

Dado que el aparato de radiofrecuencia tiene varios cabezales, es posible aplicar la energía a distintas profundidades y tratar diferentes tipos de arrugas y lesiones cutáneas.

Una vez terminado el procedimiento, se aplican los cosméticos de Germaine de Capuccini más indicados a las necesidades de la piel tratada para potenciar los efectos de la radiofrecuencia. 

Y, para finalizar, te dan un masaje facial manual muy agradable y relajante que hace penetrar los productos.

Esta técnica está indicada para personas de más de 35 años que presentan flacidez en la piel del rostro y cuello, arrugas, alteraciones pigmentarias, deshidratación y, en general, los signos del envejecimiento.

En cuanto a los resultados, lo primero que se nota - y mucho - al terminar la sesión es mayor luminosidad en la piel.

No hay color entre antes y el después. La piel está más apagada y, después de la radiofrecuencia, te miras en el espejo y está radiante.

Pero el efecto lifting comienza a notar pasada la semana y, pasados unos meses, es cuando se aprecia aún más. Es como si la piel estuviera más rellena como más jugosa y las líneas de expresión que, en mi caso, son finas, han desaparecido.

Así que, teniendo en cuenta mi experiencia y que el centro de belleza Germaine Goya lleva años aplicando con éxito este procedimiento con la última tecnología de Sorisa con éxito (de hecho, se ha convertido en uno de los lugares de referencia de Madrid para realizárselo) es un sitio que os recomiendo.

¿Habíais oído hablar de esta técnica?

Mi experiencia con la radiofrecuencia facial en Germaine Goya

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