Revista Fashion Blogger
Me vais a disculpar pero hoy no voy a hablar de moda ni tampoco os voy a mostrar uno de mis looks. Os voy a contar mi experiencia con Orange, es un párrafo largo, os aviso, pero así me desahogo un poco porque ya estoy harta de que las compañías telefónicas nos tomen el pelo.
Os pongo en situación: A finales de septiembre hicimos una portabilidad de 3 líneas móviles y una fija y ADSL de Vodafone a Orange. Fuimos a la tienda que hay en mi ciudad para que el personal nos aconsejara sobre las tarifas y los precios de los terminales y sobre la velocidad y cobertura de la red en mi zona. Estábamos unos poco cansados con Vodafone ya que cada dos por tres Internet dejaba de funcionar o perdías la cobertura. En tienda nos recomendaron el pack Canguro Ahorro, que por 42 euros al mes incluye dos líneas móviles, el teléfono fijo y llamadas y ADSL. Como yo soy de las de estar pegada al teléfono y a mi hermana le gusta consumir muchos megas, quitamos una línea de móvil de Canguro Ahorro y añadimos una extra con 1GB y 150 min. Ya teníamos dos líneas móviles claras, la de mi padre incluido en Canguro y la de mi hermana, pero faltaba la mía, así pues me recomendaron la de 2,5 GB y minutos ilimitados. Claro esto, y marcado en el folleto de septiembre, según la chica nuestra factura mensual rondaría los 70 euros al mes, incluyendo los 3 euros por el precio de cada terminal. Si sumas el precio de cada cosa, las cifras cuadran 41,95 + 6+ 12+ (3x3) = 68,95 euros.
Dicho esto, en octubre me llegó mi primera factura y ya no me cuadraban las cifras. Sin hablar de entender la factura, porque yo no sé quien fue el genio que diseñó la misma, pero no hay quien se aclare. Además te envían las facturas por separado, una la de móviles y otra la de fijo+ADSL. El caso es que lo dejé correr pensando en algún gasto inicial por cambio de línea y tal. Al mes siguiente me vino la factura igual y llamé por teléfono y me dijeron que estaba bien. Y en diciembre ya exploté. Tres facturas con importe superior al que me habían informado en la tienda, lo que venía siendo ya casi 30 euros más. Que dicho así, parece poco dinero, pero es que ya estoy harta de que nos tomen el pelo. Llamé al servicio de atención al cliente y hablé con una hispana, la cual me dijo que no tenía razón y que lo hablará en tienda. La chica que me atendió en su día ya no está en tienda y por lo tanto allí nadie sabe nada y lo debí de entender yo mal. Al final, cabreada e indignada me aproveché del boom de las redes sociales y el 26 de diciembre twitteé a Orange indicando mi enfado. El Comunity Manager se puso en contacto conmigo en breve y le comenté mi problema. A los pocos días recibí un mensaje diciendo que habían comprobado mis datos, pero sin solución alguna. El lunes me vino la factura con el mismo importe. Ayer, contacté con el CM vía twitter y me dijo que ya me habían contestado y que no había irregularidades en mi factura y que si soy tan amable de contestar una encuesta. Ha sido la guinda del pastel. Claro que sí, contesté la encuesta con todo negativo evidentemente y seguí con mis tweets atacando a Orange. No he conseguido respuesta alguna.
A todo esto, he de deciros que si el personal que tienen en tienda es incompetente y si no sabe hacer bien su trabajo, no tenemos que pagarlo los clientes. Ya acumulaba yo el mosqueo de que perdieron mis contratos y les tuve que enviar por email escaneadas mis copias… Lo cual demuestra lo poco profesionales que son ¿no creéis?
Mañana vuelta a la normalidad, os espero por aquí, tendréis nuevo look. ¡Un beso!