Una semana más aquí estoy al pie
Quizás
por eso, por mantener los pies en la tierra y la cabeza en mi sitio, no tenía
unas expectativas elevadísimas con respecto a este sérum y, en consecuencia,
manteniendo una constancia férrea en su aplicación (esto es fundamental con cualquier
tratamiento, os lo recuerdo), finalmente el muy El sérum Visionnaire cuenta entre sus ingredientes con la revolucionaria molécula LR 2412 4% - Cx, un exclusivo complejo de ingredientes activos. Esta fórmula está pensada para: - Re – texturizar la piel. - Alisar y corregir la apariencia de las arrugas, poros e irregularidades en la textura. Según nos informaron en el evento (y también podéis consultar en la ficha web del producto), estos resultados prometen hacerse visibles en 4 – 6 semanas con un uso continuado del sérum mañana y noche. Imagino que también será más efectivo en combinación con los otros productos de la gama, es decir, las cremas hidratantes de día y de noche Visionnaire. Una de los aspectos que más me importan de los cosméticos es su textura. Quizá sea la característica más relevante para mí, la que hace que o lo ame o lo odie, antes incluso de que se vean los resultados. No puedo con las texturas pesadas, “gomosas” o las que dejan residuos en la piel. Por ello, ver qué textura tenía este sérum me producía una intensa curiosidad y también desazón. Pues bien, para muestra, una foto de la misma:
No sé si se aprecia, pero se trata de un gel acuoso de consistencia lechosa. Es fresco y muy agradable de aplicar. ¿Lo mejor de todo? Se absorbe enseguida, a los pocos segundos es como si no hubiésemos puesto nada en la piel, peeeeeeeeeeero sí que se nota que lo hemos aplicado: la piel se siente muy lisita y, lo mejor, hidratada. Cuando descubrí esto, decidí que, aunque tardara más en ver los prometidos resultados, usaría Visionnaire solamente por la mañana. Para la rutina nocturna no me importa utilizar texturas más densas. Lo único que pido es no notar la piel resbaladiza, pegajosa o aceitosa. No me importa sentir que voy “embadurnada” de crema, pero que no me sienta incómoda. Ya os decía que para las texturas soy muy, pero que muy “especialita” yo. La textura ya me tenía ganada, primer paso fundamental para continuar utilizando el producto. Pero antes de hablaros de mi experiencia con él, y tras este paréntesis, os cuento algunas cositas más de este sérum. Por ejemplo, ¿qué tal sus ingredientes? Os dejo directamente la foto del envase donde figuran los mismos:
Como
principal ingrediente, agua. También vemos alguna silicona, extracto de raíz de
centeno, adenosina, etc…
A
mí lo que me sorprendió de veras de estos ingredientes es que me chivó Raquel woo que L’Oréal (casa a la cual pertenece Lancôme) tiene un sérum con una composición parecidísima a Vissionnaire y, además, mucho más
barato que éste.
El precio de
Visionnaire es de 84 € el formato de 30 mL y 110 € el de 50 mL.
Como siempre os digo, seguro que hay perfumerías on – line donde encontrarlos a
un precio algo más bajo. Aún así, me parece un producto carísimo en el que yo,
sinceramente, no invertiría ni un céntimo sin haberlo probado previamente y
haber comprobado qué tal se comporta en mi piel. En este sentido, creo que es fundamental que las marcas pongan su
empeño en poder proporcionar muestras a sus clientas antes de lanzarnos a
comprar. No es lo mismo gastarse 20 – 30 € que 100 € en algo que luego nos
va a dar reacción, o no nos va a gustar la textura.
El
sérum de L’Oréal no lo he probado,
pero me lo he apuntado para adquirirlo próximamente y así os cuento si se parece
a Visionnaire o si son como un huevo
y una castaña.
¿Algo que no me
gusta nada? El packaging. No porque no sea bonito y
elegante, que lo es, y mucho. Pero de
práctico no tiene nada. Es imposible “escurrirlo” bien cuando lo estamos
acabando y me deja la sensación de que me dejo
producto en las paredes sin aprovechar. Además, el hecho de no ver cuánto
producto me va quedando me tiene siempre en ascuas… ¿cómo sé que estoy a punto de acabarlo? Con este tipo de envases
sólo sé que llega un día en el que pulso y… ya se me ha terminado.
Con respecto
al dispensador, nada que objetar, es un
sistema de “pump” con el que controlamos perfectamente lo que vamos
gastando.
Bien,
vamos con mi experiencia. Como os
decía, empecé a utilizarlo solamente por las mañanas. Tenía un sérum en uso (el
Hydrabio de Bioderma), por lo que, hasta que no lo terminé, no empecé con éste.
Más o menos a primeros de este año fue cuando comencé con Visionnaire en mi
rutina de cuidados. No esperaba grandes resultados en el corto plazo de tiempo
que promete Lancôme (4 – 6 semanas),
puesto que no lo iba a utilizar de noche. Por ello, me sorprendió que a los pocos días de empezar a usarlo notase la piel
más lisa y uniforme tanto en textura como en tono. Ya lo he dicho alguna
vez por aquí, ciertas zonas de mi rostro (nariz sobre todo, y mejillas) tienen
una tendencia descomunal al enrojecimiento, a la mínima que notan algo de “disconfort”:
cambio brusco de temperatura, humedad/sequedad en el ambiente, viento, etc… Para
mi grata sorpresa, estas zonas estaban mucho menos “rojas”. Por otro lado,
notaba la piel suavísima, muy hidratada,
y al tocarla la textura era muy uniforme.
Para
no extenderme muchísimo más os hablaré primero de los poros y luego las “arrugas”.
En cuanto a los primeros, debo admitir que no he notado una reducción
significativa (ni no significativa) de los mismos. Mis poros siguen prácticamente igual. No es que sean muy grandes ni
evidentes, pero en algunas zonas sí que son algo visibles. Como aspecto
positivo, no se han ensuciado más ni me
han salido granitos como resultado de la utilización de este producto.
En
cuanto a las arrugas, a mis 34 años aún no tengo grandes quebraderos de cabeza,
la verdad. Las únicas que me tienen un poco alerta y que intento mantener a
raya son las arrugas de expresión en la
frente (la odiada “persiana”) y algunas que empiezan a salir en el contorno
de ojos. Debo decir primero que este sérum lo he utilizado en conjunción con el
Powerful Strenght Line – Reducing Concentrate
de Kiehl’s, el cual empleaba por las noches. Imagino que entre los dos han
obrado el, para mí, pequeño milagro de atenuar
(que no quitar, ojo), las finas
líneas que se me dibujan en la frente cuando me sorprendo y abro los ojitos
en plan pececillo perplejo. Esto es todo
un triunfo para mí, y es lo que me ha terminado de conquistar de Visionnaire.
No
ha hecho absolutamente nada por mis poros, pero ha mejorado muchísimo la
textura y el tono de mi piel y, además, atenuado mis primeras arruguillas de
treintañera.
Esta
review es post – mortem… terminé el serum hará un par de semanas con todo el
dolor de mi corazón. ¿Repetiría con él?
Si mi economía resurge a la par que la economía española, sin duda lo compraría y además en formato grande. Por ahora estoy
utilizando otro que tenía en recámara y luego tengo apuntado en el de L’Oréal para poder compararlo con éste.
¿Habéis probado este sérum? ¿Alguna
recomendación para que me la apunte en mi kilométrica lista de deseos
cosméticos?
Muchos
besos y nos leemos la próxima semana (;
¡Gracias
por todo vuestro cariño!
Auxi
