Revista Comunicación

Mi experiencia en TEDxRíodelaPlata 2014

Publicado el 05 octubre 2014 por Nfrancisco @nfranciscoOK

El miércoles 1 de octubre tuve la oportunidad de participar por primera vez del evento TEDxRiodelaPlata organizado en el complejo de Tecnópolis, ubicado en Vicente López, provincia de Buenos Aires. Superó mus

TEDxRP 2014

Según la web oficial, TEDx es un programa de eventos locales, organizados de forma independiente, que reúnen a una audiencia en una experiencia similar a TED.

TED es una organización sin fines de lucro cuya misión es difundir ideas que valen la pena. En estos eventos que se realizan alrededor del mundo, los principales pensadores y hacedores del mundo son invitados a dar la charla de su vida en 18 minutos o menos.

En mi blog una vez publiqué una charla TED sobre la radiofonía, en la que el orador era Lalo Mir. Así como él, cientos de personas han pasado por esta experiencia, tanto oradores como participantes. La particularidad de este último encuentro está en que fue el más grande del mundo, con 10.000 inscriptos.

No quiero contarles el contenido de las charlas, porque es algo que van a poder disfrutar a través de YouTube (todos los videos son subidos a la red). En cambio sí, mi experiencia personal. Resulta que no sabía exactamente con qué me iba a encontrar ni si el “vivo y directo” iba a ser más radical que los videos que veía por internet.

La primera sensación que tuve fue la de gratificación. Formar parte de los 10 mil, considerando que el número de inscriptos fue ampliamente superior, fue genial. Personas provenientes de otros lugares, de otras provincias e inclusive de otros países, todas reunidas con la intención de “llevarse algo” de las charlas.

El auditorio parecía la tribuna de una cancha de fútbol repleta. Luces apagadas, butacas dispuestas como en un anfiteatro alrededor de un escenario amplio que se ubicaba en el centro de las tres filas de asientos, al frente, a la izquierda y a la derecha. Detrás de los oradores, una pantalla gigante que reproducía un plano americano de ellos. Y en toda la sala, un sonido envolvente que no dejaba a nadie fuera de las intervenciones.

Pero lo más increíble (o por lo menos lo que a mí me hizo tomar dimensión de la magnitud del encuentro) fue la fila de computadoras ubicadas a la entrada de la sala 6 de Tecnópolis, frente al auditorio antes descripto.

Casi 50 asistentes dispuestos solamente para registrar y acreditar a quienes llegaban y presentaban su documento de identidad. A esta puesta en escena le falta un condimento más: todos los que allí estaban trabajando, de un lado al otro, lo hacían de forma voluntaria. Incentivados, quizás, por la adrenalina de formar parte de un equipo tan enorme, como sus responsabilidades.

En el momento del almuerzo, otro golpe bajo para mi ansiedad. Había llegado el momento de intercambiar libros. Cada participante debía llevar uno, que haya sido de inspiración en algún momento.

¿Te imaginás lo que significa un intercambio de 10 mil libros en 20 minutos? Una locura. Y así fue como llegó El principito a mis manos, luego de que una señora me parara y me pidiera hacer el intercambio con ella. Si eso no es democratizar el conocimiento (o aunque sea, las ideas), que alguien me proponga otro concepto.

Me quedé hasta el tercer ciclo de charlas, hasta las 16 horas. Tuve la oportunidad de ver a varios oradores (desconocidos para la mayoría de los mortales) con tantas cosas interesantes para decir que me hicieron reflexionar sobre un concepto que uso como subtítulo en mi blog desde hace tiempo, pero que me gustaría poner en valor dándole la significancia que se merece: “Cambiar el mundo“.

TEDxRP 2014 - 2

No me imagino cómo hacerlo, ni sueño con que sea de un día para el otro. La única certeza que tengo es que la jornada TEDx del 1 de octubre en Vicente López, y la del TEDxPaseoDelBosque (de la que participé tiempo antes, este mismo año) fueron instancias en las que, aunque sea de forma ínfima, sentí que formaba parte de ese cambio que tanto anhelamos todos.


 

Como el TED, hay miles de oportunidades alrededor del mundo de participar y formar parte del cambio. Cambiar no es mejorar. Cambiar es romper esquemas, formas de pensar, de hacer. Evitar el conformismo, apostar por el futuro.


 

En una de las charlas, surgió el tema de la percepción del espacio y del tiempo, y cómo a veces pensamos en el futuro como algo lejano, que está delante tras una cortina de humo densa, por la cual vamos inciertamente, y en el pasado como un lugar donde anclamos nuestra experiencia, nuestras historias y nuestros proyectos. ¿Y el presente? A veces pensamos en él como una instancia más, insignificante. Ahora bien,

¿Podemos pensarlo de forma diferente? Confío en que sí. No construimos el futuro, porque formamos parte de él. El pasado se disuelve, pensando en el día a día como un presente continúo. ¿Y el presente? Desaparece, porque todo es lo mismo. Pero también podemos pensarlo al revés: el pasado es lo más certero que tenemos, entonces… ¿Por qué no lo fomentamos?

El futuro es una consecuencia, es imposible de planificarlo. Vivimos pensando en lo que sucedió, y a partir de allí, pensamos en el ahora sin tener en cuenta ni siquiera lo que va a suceder dentro de diez horas. ¿De qué forma pensamos el tiempo en función del espacio?

 


 

Esta es solo una de las preguntas que me despertó el TEDxRP. Ojalá vos y yo nos veamos el año que viene allí, o en algún otro evento que fomente la crítica, ponga en crisis nuestra forma de ver el mundo y nos queme un poco la cabeza.

 

Mi experiencia en TEDxRíodelaPlata 2014


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