Morirás. Tarde o temprano morirás. Es una de las verdades solemnes: tu vida es finita y un día ya no estarás aqui. A mi me pasa lo mismo. Moriré. No sé cuándo, pero moriré. Lo único real es el hoy, he de agradecer que estoy viva y que hoy estoy aquí.
¿Recuerdas que morirás?
Es muy fácil olvidar que un día morirás. La publicidad, la cultura de la eterna juventud, la disociación de la etapa final de la vida de lo cotidiano, los grupos de amigos de la misma edad, todo sirve para ignorar que en realidad tu tiempo es finito. Algunos habrán visto la muerte llevarse a una abuela y a un padre, acontecimientos singulares en un mundo que quiere aparentar tener 25 años.
Así que yo visito cementerios. El cementerio de mi ciudad y también los cementerios de mis destinos de viaje. Sé distinguir un cementerio danés de un cementerio portugués de un cementerio polaco. He visto panteones franceses, españoles, brasileños, argentinos. He visitado tumbas alemanas, inglesas, checas. Todos me recuerdan un hecho innegable: la vida se acabará.
Lo que te enseña un cementerio.
*21.5.1971. +18.3.1992. Uy, a mi edad ya estaba muerta.
*3.7.1902. +4.1.1999. Wow, este señor ha vivido un siglo super movido.
*10.12.1982 +23.2.1983. | *13.3.1892 +31.4.1974 | 24.5.1923 +14.3.1942 | …
Las nombres y las fechas en las lápidas cuentan historias, historias incompletas que me gusta rellenar con mi fantasía, imaginando la vida que tuvo esa persona hasta que le llegó la hora. ¿Qué vida se imaginarán que tuve las personas que pasarán a mirar mi tumba? ¿Verán una vida larga y provechosa? ¿Verán un final trágico antes de tiempo (lo que sea que signifique esto)? No lo sé, pero me gusta saber que soy yo quién decide hacia dónde va mi vida, aunque se termine en algún momento. Hoy por hoy soy yo quién imagina mi vida. En otro momento será otra persona que la venga a curiosear ante a mi tumba.
Nota aparte:
Si quieres donar órganos, regístrate antes de tu muerte. Si prefieres que a partir de cierto momento no se te prolongará artificialmente la vida (por ejemplo en caso de estar en coma o con una enfermedad degenerativa que ya no te permite respirar por ti mismo,…), deja constancia de este deseo en un testamento vital. Si prefieres que te incineren o que te entierren, comunícalo a tus seres queridos para que no tengan que discutir las opciones cuando ya no estés. Si tienes bienes, y/o la herencia no está del todo clara, haz un testamento ante notario. Así facilitarás mucho la parte administrativa de tu paso al otro mundo.
Morirás. Tu vida es finita y un día terminará. ¿Estarás preparada?