Mi gran boda guiri: el vestido, toma 2

A pesar de los momentos de drama que nuestra organización está sufriendo en estos momentos, me apetecía contaros algo divertido y siempre emocionante: la elección del vestido. Mi segunda prueba de vestidos tuvo lugar en Reino Unido, en Londres, en la única tienda en Europa de David’s Bridal. Acompañada de mi señora madre, allí nos presentamos la dos, previa petición de hora, en una tienda gigantesca con todo para la novia e invitadas (y madrinas).

Elegí esta firma porque tenía precios más que razonables y diseños que en el catálogo me parecían muy bonitos y ponibles. La tienda no nos defraudó: atención personalizada y muy agradable, mucha variedad de modelos, probadores cuidados y espejos preciosos donde verse una con todo su esplendor…

Empezamos con una mini-entrevista sobre cómo iba a ser mi boda, dónde, el estilo y mis preferencias y presupuesto. Después, mi asesora por un día, me acompañó entre los pasillos de vestidos para ir seleccionando los modelos que me probaría ese día. Por su recomendación, me probé vestidos muy diferentes para verme en ellos, pero no llegué a probarme ninguno de falda voluminosa, porque, sinceramente, no es algo que me pegue mucho.

Antes de empezar me trajeron unos zapatos y un sujetador (que para mí era más un corsé). La asesora, encantadora desde el minuto cero (buena vendedora), mientas me ayudaba con el vestido me preguntaba cómo había conocido a mi prometido, nuestra historia y cómo fue mi pedida.

Y llegó el momento de ver el primer modelo: silueta sirena y escote corazón. Increíble. ¡Y te hace cuerpazo! Pero, por muy guapa que me viera… no me sentía muy yo.

Segundo vestido: escote en V, pequeña manga, silueta marcada. Este me hace que se me ilumine un poquito la cara. Mi madre, testigo silencioso de este momento, parece que aprueba el modelo.

Desechamos el tercer modelo elegido y pasamos al cuarto: uno corto. Me gusta mucho. Tanto que la asesora me busca otro del mismo estilo. Nunca había planteado llevar un vestido corto, pero, para una boda de mañana de estilo industrial como iba a ser la nuestra… ¡quedaría estupendo!

He intentado buscar los modelos exactos que me probé, pero al haber entrado ya la nueva temporada su catálogo cuenta con nuevos vestidos. Aún así, os dejo los más parecidos, que oye, son bien bonitos.

Cuando acabamos las pruebas, “mi” asesora me dijo que lo mejor era reposar lo visto. Me dejaron hacerme todas las fotos que quise con los vestidos que me probé, y su recomendación fue que valorara con qué vestido me sentía mejor, cual me había dejado mejor recuerdo y que volviera en unas tres semanas para ver si me decidía con alguno. La tienda y la chica que me atendió la valoro de diez, sinceramente. Y creo que cuenta con diseños para todos los gustos (y tallas), lo que siempre es un plus.

Al final no me quedé con ninguno de estos vestidos, pero eso ya os lo contaré en el siguiente capítulo. ¡Feliz miércoles!