Revista Sociedad
No estoy en huelga porque me gusten los sindicatos, sus líderes, su actitud o sus consignas. Es más, no es que no me gusten es que los odio. Los sindicatos tuvieron su momento, cuando consiguieron unir a los trabajadores para lograr unos derechos que ahora disfrutamos todos y que nos parecen tan naturales como comer y beber y sin embargo no lo son. Ese mérito se lo reconozco, pero ese mérito es histórico y su rédito no puede durar eternamente y se agotó hace mucho. Los sindicatos son ahora mismo como un partido político: corruptos, aprovechados, llenos de inútiles, trepas y arribistas. Están enquistados en planteamientos absurdos, equivocados e irreales. Por supuesto de puertas afuera, se les llena la boca con esos grandes ideales (si oigo una vez más la palabra solidaridad vomito) mientras de puertas adentro, negocian miserias y aprovechan reformar laborales que critican para fundirse gente. Son chusma. No estoy en huelga porque sea una roja recalcitrante y esté resentida porque el PSOE no gobierna. El PSOE es un partido inútil lleno de incapaces que andan como pollos sin cabeza, encabezados por un exnovio cabrón. Funcionan a base de intentar utilizar el cabreo nacional en su provecho y hacerse los buenos, cuando son tan culpables como el que más de la situación en la que está el país. Ah y además tienen los huevos de decir que “no hacen huelga porque creen que su lugar ahora mismo, en estos difíciles momentos está trabajando”. Valiente panda de sinvergüenzas. No estoy en huelga porque apoye los eslóganes que sacaran en las pancartas de las manifestaciones a las que no voy a ir. Solicitar un referéndum para la aprobación de los recortes es una estupidez tan absoluta que solo a un sindicalista se le podría haber ocurrido. No estoy en huelga porque no quiera reformas. Claro que si, un montón de ellas y radicales además. Pero quiero reformas bien hechas, formuladas por gente que no está pensando en su partido político, en su puestecito de trabajo con sus prebendas y que no trata a la población como si fueran gilipollas. Quiero reformas que vean más allá de las próximas elecciones. Quiero reformas pensadas para mejorar la situación no para “ahorrar”. Quiero reformas hechas por gente inteligente y con respeto. Y me sobran condescencientes que me traten como si fuera imbécil. No estoy en huelga para crear incertidumbre como dice la lumbrera del ministro de economía. La incertidumbre no la crea una huelga general. La incertidumbre la crea no saber si mañana, el mes que viene o el año que viene tendrás trabajo, la incertidumbre la crea llegar a tu empresa y estar esperando una lista con nombres a ver a quien echan, la incertidumbre la crea pensar que lo mismo cuando te jubiles te tienes que dedicar a vender migas de pan en El Retiro. Eso es incertidumbre,pero supongo que el ministro lo más cerca que está de eso es el momento en el que elige la corbata por la mañana “¿me pegará más ésta o ésta?”No estoy en huelga porque apruebe los piquetes informativos. ¿Qué mierda de anacronismo es un piquete informativo? ¿Volvemos a mandarnos cartas con palomas mensajeras? Si alguien ha decidido ir a trabajar, está en su derecho y sobre todo está en el derecho de que no le consideren gilipollas y haya quien vaya a aleccionarle (en el mejor de los casos) sobre lo que tiene o no tiene que hacer. Ya somos todos mayorcitos.No estoy en huelga porque sea una irresponsable. No soy una perroflaútica absurda que crea que todo debe ser gratis. No estoy en huelga porque los gurús de las redes sociales me hayan abducido. No estoy en huelga porque sea amiga/defensora o fan de los Bardem, Willy Toledo y demás chusma del colectivo “cómicos”. No estoy en huelga para poder mirar por encima del hombro a los que no lo están. No estoy en huelga para poder usar la palabra esquirol. No estoy en huelga porque crea que va a servir “para algo”. No soy tan ingenua. Al país no le va a servir de nada que yo no haya ido a currar hoy. El gobierno va a seguir igual porque tiene mayoría absoluta, 3 años por delante para que se olvide todo esto y realmente se la pela completamente que pare el 40 el 50 o el 80 % de la gente. No creo que mi falta al curro hoy vaya a hacer que el gobierno piense " joder, la gente anda muy jodida y no podemo seguir por aqui, vamos a ver si se nos ocurre otra cosa" . Tengo más posibilidades de disfrutar de un streptease del Ratón Pérez esta noche que de conseguir que algo cambie. Pero a mí me sirve, porque estoy hasta los cojones de todo, y estar en huelga hoy me hace sentir que he hecho algo, aunque mi trabajo no sea el darle al on del Sol. Estoy cabreada, harta y desilusionada porque sinceramente creo que vamos a ir a peor. Por primera vez en mi vida estoy en huelga porque he sentido que debía hacerlo. Y no quiero que nadie se apropie ni mi derecho a hacerla ni mis razones.