El otro día me choqué con un semáforo. Yo, andando, mirando el móvil y leyendo alguna actualización de poca importancia en Facebook. Este toque de atención (literalmente) fue el punto de partida para mi reto del Noviembre: el mes sin distracciones móviles.
Eso no significa que apagaré el móvil o que lo dejaré en casa. Ni siquiera voy a desactivar el 3G, porque reconozco que hay usos del móvil que son muy útiles en mi día a día. Lo que haré es borrar todas las aplicaciones que no están alineados con mis objetivos de vida. Estoy muy curiosa para descubrir si me refugiaré en otras actividades transitorias o si pondré esta energía a mejor uso.
He borrado todas las aplicaciones superfluas de mi móvil
Decidir lo que sobra en mi armario o en mi casa es relativamente fácil: si hay algo que no he utilizado durante cierto tiempo, ya sé que puedo prescindir de este objeto. En el móvil es más complicado, ya que el problema era justamente el exceso del uso. Así que decidí borrar todas aquellas aplicaciones que no me acercan a mis objetivos, siendo estos objetivos mi salud, mis relaciones sociales, mi actividad profesional y el desarrollo de mi mente.
Lo que ahora suena lógico y bien pensado es el resultado de semanas de discusión interna. Tuve que sacar mi personaje alemán para recordarme a mi misma que se trata de un experimento de un mes! Un mes es un tiempo perfectamente aceptable para probar algo nuevo. No es una sentencia de por vida. Y, seamos sinceros: si no me exijo nada, no aprenderé nada.
Adiós facebook en el móvil
Ya no tengo Facebook en el móvil. Y no sabes lo que me costó borrarlo para poder escribir esta frase. También he quitado el messenger que me obligaron a instalarme para seguir leyendo los mensajes. ¡Ojo! No he borrado mi cuenta de Facebook. Lo utilizo a diario tanto para mis relaciones sociales como para trabajar con los Mentes Inquietas y compartir contenido en las páginas de ValeDeOro y Grinti. Para eso tengo el ordenador con un teclado mucho más cómodo.
Facebook es una herramienta, una herramienta que prefiero utilizar en el laboratorio de mi ordenador. Es allí dónde puedo dar toda mi atención a responder preguntas y dar apoyo, así que en el móvil no me hace falta. Y aún así me da un poco de ansiedad pensar que habrá momentos en el día que no puedo revisar “por si acaso” Facebook.
Un mes sin Twitter (Hootsuite)
Twitter era otra de estas aplicaciones que me permitían escaparme del aquí y ahora el mundo de una productividad imaginaria. Curiosamente es una actividad que me pone de los nervios porque no me gusta leer textos largos en el móvil, y Twitter para mi es una mina de oro para encontrar textos (largos) interesantes. Así que, igual que Facebook, esta actividad volverá a mi ordenador, dónde tengo más control sobre mi tiempo.
Aplicaciones que ni recordaba y las “de sistema”
Además borré todas aquellas aplicaciones que nunca utilizaba. La mayoría me las había descargado para probarlas y ahí se quedaron. Borré todo lo que pude, con excepción de las aplicaciones nativas del teléfono. Aunque no las utilizo, no hay manera que quitarlas, así que la agenda del teléfono, la aplicación de la bolsa y del tiempo ahora están almacenadas en la segunda pantalla para no distraerme.
Las aplicaciones que se quedan: deporte, meditación, productividad
Mi iPhone Minimalista
Cómo podrás ver en la foto, me he quedado con 21 aplicaciones. Cada una tuvo que pasar por un filtro de utilidad muy preciso para poder defender su espacio. Lo que tienen en común estas aplicaciones no tienen mucho encanto por el mero hecho de abrirlas. Hay que utilizarlas con un objetivo en mente.
Aplicaciones Productivas
No los abro “solo para mirar”, sino para buscar información concreta, para anotar una nueva idea o para planificar algo.
- Evernote. Sincronizado con mi ordenador me ayuda a captar todas las ideas que se me ocurren fuera de casa.
- Lift. Me ayuda a cambiar hábitos.
- Mi agenda.
- Wunderlist. Para la lista de compra compartida con mi pareja.
- Gmail.
- Calculadora.
- Reloj (y las Afirmaciones Positivas).
Aplicaciones para mantener el contacto
- Teléfono.
- Whatsapp. A diferencia de Facebook aquí solo me asomo cuando realmente hay una conversa interesante.
Deporte y Bienestar
- Endomondo. Para acompañarme cuando voy a correr.
- Runtempo. Un metronomo para corredores para no perder el ritmo.
- Podcasts.
- Mental Workout. Ejercicio para el cerebro.
- Headspace. Para la meditación.
- Conversations. Preguntas inteligentes que te hacen pensar.
Viajes y recomendaciones
- Camera.
- Tripadvisor. Para descubrir nuevos restaurantes.
Yelp. Para mis listas con restaurantes y lugares interesantes. - Google Maps.
- Instagram. Me gusta para compartir fotos, y no sigo a suficiente gente como para que me pueda entretener por demasiado tiempo.
- Frametastic. Hasta que lo integren en Instagram.
Un móvil minimalista: ¿qué es lo que necesitas?
Las aplicaciones que ahora quedan en mi móvil me ayudan a hacer mi trabajo y a mantener el contacto con las personas que me importan, sin que tenga que absorber un montón de noticias negativas y/o irrelevantes. Espero aprender estar más presente en el ahora (aunque este ahora sea la parada del bus). Ya os contaré el resultado.
¿Cuándo fue la última vez que hiciste una limpieza entre tus aplicaciones?