Aunque Silvia Icart comparta en su blog Chez Silvia recetas dulces deliciosas, confiesa su predilección por lo salado. Silvia nos hace partícipes en su espacio de su pasión por la cocina, demostrando el mismo interés en cocinar un plato elaborado que un sándwich.
Además de descubrir sus recetas, os invitamos a que leáis esta entrevista y conozcáis un poco mejor a esta bloguera que se enamoró de la gastronomía en la cocina de su madre.
¿Qué no puede faltar en tu cocina?
Las ganas y la ilusión de cocinar. Nunca me faltan las ganas, sea el plato que sea, aunque tenga que hacer un sándwich lo hago con la misma ilusión que el plato más elaborado. El mimo y cuidado en presentar los platos, aunque sea sólo un plato de verdura hay que ponerle mimo y cariño. Os aseguro que sienta mucho mejor.
Dices que vives, comes, respiras y te desvives por la cocina… ¿Cuándo comenzó esta pasión por la gastronomía?
Empezó de muy niña viendo a mi madre cocinar, también mi abuela paterna era una gran cocinera. A los 12 años ya cocinaba para mis hermanos cuando mis padres viajaban y recuerdo con ilusión unas trufas, un bizcocho y una tarta muy fácil de queso, recetas que estaban en unos libros de cocina que me regalaron.
¿Dulce o salado? ¿Por qué?
Pues aunque me gustan mucho los dulces, me declino por lo salado, quizás sea porque domino más estos platos. Aunque en el blog tengo recetas dulces que nos han gustado mucho, siempre estoy más contenta con el resultado de cómo me quedan las recetas saladas. Como anécdota, en mis embarazos, siempre preferí como “antojos”cosas saladas.
¿Qué prepararías ante una visita inesperada?
Siempre tengo quesos en la nevera, lechuga limpia, huevos duros y tuppers con pasta hervida. Seguramente improvisaría una cena de picoteo con una ensalada, quesos y pan, que siempre hay en congelador. El vino no me falta en la vinoteca.
¿El mejor sitio para cocinar?
Mi cocina, sin duda. Con mis cuchillos afilados, mi madera y mi orden en todo. He cocinado en otras cocinas y siempre encuentro a faltar alguna cosa de la mía.
¿Una canción para cocinar?
Música más que canciones. Siempre tengo puesta música chill-out y si estoy sola, bastante alta. Me relaja muchísimo ir cortando verduras e ir oyendo las melodías. El fin de semana hacemos los mismo, música mientras cocino y mi marido me ayuda o me hace compañía. Esta vez también nos acompaña una copa de vino.
¿Cuál es tu puchero estrella?
Pues cualquier plato de pasta nos encanta a todos, las carnes asadas con sus respectivas guarniciones, quiches y para cenar casi siempre cremas, sopas y verduras de cualquier manera.
¿En qué película te infiltrarías para probar su comida?
Me encantaron Sin Reservas y Ratatouille, en las dos me he querido meter en sus cocinas. Quizás porque adoro los restaurantes tipo Bistró, algo pequeño y acogedor para poder deleitar a mis clientes con tan sólo cuatro platos, que iría cambiando cada semana.
¿Con quién te gustaría compartir mesa?
Me encanta compartirla con los míos, sobre todo, los fines de semana que las comidas son más tranquilas. Me gusta también cuando nos juntamos con mis padres, mis hermanos y todos mis sobrinos, ¡Vaya mesa! Y con mis amigos. Me encanta recibir amigos en casa. Cocino desde los aperitivos hasta el postre. Si quieren traerme algo, que sean flores.
¿Algún ingrediente o técnica que nunca probarías?
No me gustan los riñones, ni el hígado ni nada por el estilo. Pocas cosas me disgustan, pero con la casquería no puedo. Utilizo todas las técnicas que he ido aprendiendo con los años, las aplico según la receta y me gusta improvisar, inventar, probar…
¿A qué país viajarías para probar su gastronomía?
Me gusta probar la gastronomía de los países donde viajo. Aunque conozco la gastronomía oriental, Japón me gustaría visitarlo algún día.
Mójate… Recomienda un blog y una cuenta de Twitter.
Twitter aún no lo domino, ya que hace muy poco que lo tengo, pero puedo recomendar dos blogs que sigo desde hace mucho tiempo. Los dos me gustan por lo que hay detrás de ellos. Me gustan sus recetas, son de mi estilo y gusto; me gustan sus fotografías y, sobre todo, me gustan como personas y lo que transmiten. Uno es Delicioustories, de Elena y el otro es La Cocina de Babel, de Juana.
¿Un restaurante que nunca olvidarás? ¿Por qué?
Está en Londres y se llama The Wolseley. Me gusta su carta, sus platos sencillos y elegantes a la vez, su ambiente, decoración antigua y su impecable servicio, casi perfecto. He ido varias veces con mis hijos y mi marido y siempre lo recordamos con mucho cariño.