"Mi planta de naranja-lima", de José Mauro de Vasconcelos, es un libro fresco, ágil, divertido por momentos, tristemente duro en otros y, sobre todo, lleno de ternura.
Su protagonista es Zezé, un niño de "5 para 6 años", que vive pobremente con su numerosa familia en un barrio muy humilde en Brasil. Zezé es tierno, listo, pillo, travieso, inteligente, muy dulce, cariñoso, y necesitado desesperadamente de afecto. Tiene un gran corazón, pero sus frecuentes travesuras hacen que reciba más reprimendas y azotes de los que quisiera. Además, la situación de la familia es bastante angustiosa a nivel económico: su padre se ha quedado sin empleo, su madre trabaja duramente en la fábrica... no hay tiempo para atender las necesidades de un niño tan sensible como él.
"Fue una comida tan triste que ni daba ganas de pensar. Todo el mundo comió en silencio, y papá apenas probó un poco de "rabanada". Ni siquiera había querido afeitarse. Tampoco habían ido a la Misa del Gallo. Lo peor era que nadie hablaba nada con nadie. Más parecía el velatorio del Niño Jesús que su nacimiento.
Papá agarró el sombrero y se fue. Salió, incluso en zapatillas, sin decir hasta luego ni desear felicidades. Dindinha sacó su pañuelo y se limpió los ojos, pidiendo permiso para irse en seguida con tío Edmundo. Y éste puso algún dinero en mi mano y en la de Totoca. A lo mejor hubiese querido dar más y no tenía. A lo mejor, en vez de darnos dinero a nosotros, desearía estar dándoselo a sus hijos, allá en la ciudad. Por eso lo abracé".Su vida oscila entre sus largas conversaciones con Minguito o Chururuca (apelativo más cariñoso), su pequeño árbol de naranja-lima, sus paseos con su hermano pequeño Luis, el trabajo de limpia-zapatos, sus charlas con tío Edmundo, la escuela, la venta de folletos de canciones con don Ariovaldo,...
Pero los dos mundos, el de la imaginación y la fantasía y el mundo real, se trastocan drásticamente: su inocencia e ingenuidad desaparecerán para conocer de primera mano, para ser testigo, del dolor más intenso... muy pronto, demasiado pronto.
"Mi planta de naranja-lima" es un libro muy recomendable, desde luego. Zezé y su mundo perdurarán en el recuerdo del lector. Si acaso, una recomendación: debe ser leído con un pañuelo a mano...