Los más pequeños imitan en muchos aspectos a los padres, en el comportamiento y conducta, en el uso de determinados objetos, etc. Si nos ven utilizar una cámara fotográfica, posiblemente centren su atención en ella y quieran imitar a sus progenitores, para que también puedan entretenerse y divertirse con un aparato similar, una buena opción es regalarles Mi primera cámara fotográfica, ideal para niños de entre 1 y 3 años de edad.
Como podéis comprobar en la fotografía, es un juguete llamativo con colores vivos y alegres, su tamaño y diseño ergonómico facilita que los niños puedan cogerla con sus pequeñas manos. La cámara infantil es un juguete que contribuirá al desarrollo del sentido visual y auditivo, ya que integra diferentes funcionalidades.
No toma fotografías y sus funcionalidades son las siguientes: El objetivo rueda y hace un ruido similar al de una carraca, cuando se enciende y se aprieta el disparador, se abre el flash y el mecanismo se acompaña de divertidos efectos sonoros. Si la cámara fotográfica está apagada, al pulsar el disparador, los pequeños verán a través del visor tres graciosas imágenes de niños.
Por otro lado, el objetivo actúa como un caleidoscopio, uno de esos juguetes que nos sorprendían en nuestra infancia, con cada giro que realizamos del objetivo el dibujo original se transforma mostrándonos una composición diferente, en este caso la cámara divide la imagen que el niño está mirando. Es la primera cámara de juguete con la que los pequeños adquirirán habilidades motrices y de coordinación imitando a los mayores a la hora de tomar fotografías.
La cámara fotográfica para bebés está fabricada en un plástico especial de gran calidad, muy resistente y libre de elementos químicos que puedan afectar a la salud de los bebés, su relación calidad/precio es muy buena, podéis adquirirla en jugueterías especializadas o en tiendas online como esta, por un precio que ronda los 10 euros.
Enlace permanente:
Mi primera cámara fotográfica