Desde que soy mamá, intento tener a menudo repostería casera, ya que mi socia es muy golosa y de vez en cuando me veo en la obligación de darle algún caprichillo dulce, como merendar un buen trozo de bizcocho casero, o desayunar un par de magdalenas hechas por mamá con mucho amor.
Así que mi brazo ya era más fuerte que el de Conan de tanto batir y batir de forma manual, pero hace varios meses Bomann entró en mi vida y no le pienso dejar marchar, jajaja!
Si sois cocinillas y en especial os gusta la repostería como a mí, seguro que habéis oído hablar de este tipo de electrodomésticos. Está muy de moda la famosa Kitchenaid. Sí, es monísima y creo que va de 10, pero amig@s, cuesta casi 600 leureles! Así que en mi casa está más que descartada… Pero hace poquito en la tienda online de María Lunarillos pusieron una oferta del Robot amasador Bomann y lo vendieron como rosquillas; de hecho creo que se agotó en días, así que yo comencé a darle vueltas porque el precio era de 125 euros, mucho más asequible! Durante varios días estuve leyendo comentarios en internet de la gente que lo tenía y finalmente me animé a comprarlo.
Dos días después lo tenía en mi cocina (así que fenomenal el servicio de la tienda online de María Lunarillos) y he de decir que estoy muy contenta con él. Hacer las mezclas de bizcochos o magdalenas es una maravilla, pones los ingredientes y Bomann se pone a trabajar sin rechistar! Para las masas más pesadas, como las de pan, también va fenomenal. Por ponerle una pega, es bastante ruidoso, más que una batidora convencional. Aunque creo recordar que la Kitchenaid también hace bastante ruido… Yo no puedo compararlos porque nunca la he usado, sólo la ví trabajar una vez de cerca en un curso de Cupcakes, pero desde luego, por la diferencia económica y la finalidad que es la misma, el Bomann merece la pena!!
Bomann aquí, Bomann allá, Bizcocheaté! Bizcocheaté!
¿Y vosotras sois de Kitchenaid o de Bomann?