He estado pensando mucho en qué metas lectoras proponerme para este año, las cumpla o no, y al final todo se ha reducido a hacer números.
Resulta que tengo en posesión unos 170 libros, de los cuales 88 están sin leer. Aunque no he contado mi colección, todavía inconclusa, de Pérez Reverte. Bien, voy a quitar algunos (para redondear) que no me apetece mucho leer a corto plazo, como La tía Tula, El Quijote o Hamlet, y me voy a quedar con 65 lecturas pendientes en las que hay de todo: tanto clásicos -Madame Bovary- como lo más actual -Con el corazón en la mano-. Ése va a ser mi objetivo: las 65 lecturas que tengo justo aquí, a mi lado, reclamando su turno…
Al final de cada reseña, en la ficha del libro, incluiré una línea comentando si el libro cumple o no mi propósito para el nuevo año y los libros que me quedan para completarlo. Es la manera que veo para tomármelo un poco “en serio”.
Lo veo totalmente asequible, teniendo en cuenta el número de lecturas del recién terminado año, pero también sé que se van a colar otras, cómo no, que retrasarán mi buen propósito lector. Y yo encantada, por supuesto
Bueno, de si lo cumplo o no hablaremos el año que viene. En cuanto a lo que me propuse el año pasado he cumplido, pero con otros autores distintos a los que tenía en mente, cuando hablaba de leer más clásicos; he aumentado mi lista, sí; he descubierto autores que me gustan y, sobre todo, he disfrutado, que es lo principal.
Además aprovecho para anunciar aquí que a partir de ahora veréis al final de cada reseña una puntuación del libro, porque Mork me ha hecho un ránking (¡¡yupiiii!!). Será del 1 al 5 y ya estoy empezando a sospechar que esto de poner puntuación no va a ser tarea fácil. En cada libro aparecerá alguna de estas líneas (espero que os guste el color; a mí me encanta
):¡Felices lecturas!