Mi vida sin mí (My life without me, Isabel Coixet, 2002. España & Canadá)

My life without me (Isabel Coixet, 2002. España & Canadá): un Pedro Almodóvar en los días posteriores a Hable con ella, seguramente su film de mayor alcance internacional y el cual le reportó un Oscar al Mejor Guión Original, produjo uno de los dramas independientes más profundos, sensibles, sentidos e inspirados de la pasada década, a la vez que la película española más respetada de los últimos tiempos, realizada y escrita por esta cineasta catalana, popular y prolífica en el panorama indie internacional desde entonces y que alcanzó la madurez artística con este su cuarto trabajo.  Una joven en la veintena y con los medios justos para (sobre)vivir, a la que le diagnostican un tumor y dos meses de vida, se lo guardará para ella y grabará mensajes para toda su familia (dos niñas, un marido con una situación económica similar y al cual tendrá que buscar una sustituta, un padre en la cárcel y un amante al cual conoce tras saber su fatal destino). Aplaudidísimo, su tono naturalista e íntimo le sienta como anillo al dedo por lo emocionante que resulta. La escena de la enfermera vecina (Leonor Watling) contándole la historia de los siameses es absolutamente sobrecogedora, así como la del inicio del filme cuando el médico le comunica a una inconmensurable Sarah Polley su enfermedad. Y sólo por mencionar dos. Su look visual (constantes primeros planos y cámara en mano), cercano al cinema verité, no tiene nada que envidiar al mejor cine americano off-Hollywood, más algún que otro toque de humor impiden que el film desemboque en un lloriqueante melodramón, lo cual para unos será un acierto y para otros no. Una oda a las ganas de vivir, extremadamente triste a la vez que optimista, a la que Te doy mis ojos le robó bastantes Goya. Magnífica.