Revista Salud y Bienestar

Mialgia: Dolores musculares

Por Eurbin

mialgia

A los dolores musculares también se le conocen como mialgia, esto es muy común en todas las personas de cualquier edad y de todo el mundo. Estos dolores pueden ser breves y desaparecer en pocos días; o agudos y persistir durante varias semanas y hasta meses.

Estamos expuestos a que en algún momento de nuestras vidas, los músculos duelan en alguna zona del cuerpo. Las partes más comunes que pueden sufrir de mialgia son: las piernas, espalda, cuello, brazos y manos. Pues estos son los que más ponemos en uso y hasta abuso en unas cuantas ocasiones.

La mialgia anuncia la tensión del músculo, que puede llegar a ser lesión o enfermedad. En algunos casos, las enfermedades causan que los músculos alrededor sufran de mialgia, mientras que normalmente el dolor puede ser provocado por músculos cansados, y aquí podemos saberlo, si alrededor del mismo también se siente sensible.

Síntomas de la mialgia

La mialgia la determina el médico una vez que has ido a la consulta por tus dolores musculares. Los síntomas se pueden presentar de diferentes maneras, dependiendo de dónde se localice el malestar.

Principalmente el síntoma es el dolor del músculo. Ahora detallaremos las diferencias y síntomas extras que se pueden presentar:

Mialgia cervical: Además del dolor local, también puedes sentir la cabeza pesada, fatigada y dolores continuos de cabeza.

Mialgia del corazón: Esta es muy delicada, ya que el corazón puede crear una irregularidad en sus latidos, la visión y la audición tienden a deteriorarse y los huesos se vuelven más sensibles y puede ser más fácil que se lleguen a fracturar. En este tipo de mialgia se corre el riesgo de sufrir un paro cardíaco.

Mialgia en los músculos respiratorios: Como es de suponer. Cuando la enfermedad se vuelve más potente, la respiración se tornará difícil de controlar y en momentos la persona puede perder por completo la respiración.

En ocasiones, cuando el paciente presenta mialgia, puede sufrir de síntomas extras como: dolores de abdomen, cabeza, quemaduras en la piel, sensación de hormigueo en distintas partes del cuerpo. Y no solo afecta en lo físico, sino que también en el ánimo de las personas que sufren de mialgia, en casos estos dolores musculares se convierten en irritabilidad, poca paciencia y cansancio o fatiga.

¿Debemos consultar al médico?

Aunque los dolores musculares sean algo muy común, en caso de que la localidad del dolor sea delicada, por ejemplo en el corazón o si tienes dificultad para respirar. Entonces es necesario consultar a tu médico para que chequee que la mialgia no llegue más allá hasta el punto de sufrir un ataque al corazón o un paro respiratorio.

El médico hará un diagnóstico: primero te hará decir lo que sientes, los síntomas y chequeará tu historial clínico, lo que se llama anamnesis. Además, te preguntará cuánto dolor tienes, en donde específicamente y qué amplitud tiene en la zona afectada.

Los motivos por lo que los músculos duelen suelen ser: Tensión muscular, cuando este toma alguna posición a la que no está acostumbrado o un movimiento inadecuado; Por lesión, cuando se practica algún deporte y de algunos movimientos mal hechos o por sobreexponer el músculo.

Los exámenes que el médico mandará para que se confirme la mialgia y para asegurarnos de conocer de dónde provino: rayos X o ultrasonido, corroborar el historial clínico del paciente.

Es importante darle todos los detalles al médico para que sepa cómo tratarte y qué tan importante es, explícale cada cuánto y cómo se presentan los dolores, si piensas que es una lesión o es fugaz, como un calambre.

Los posibles remedios que te ofrece la medicina son para calmar el malestar y la infección, aunque el dolor por completo se eliminará cuando esta enfermedad cese en su totalidad.

Causas de la mialgia

Como lo dijimos anteriormente, el exceso de ejercicios puede causar lesión o tensión en el músculo. Aunque eso no es la única causa de la mialgia, también existen:

  • Enfermedades.

  • Medicamentos, tipo vacuna.

  • Trastornos.

  • Rechazo a trasplante de corazón.

  • Esguinces.

  • Sobrecarga muscular.

  • Hematomas.

  • Rabdomiólisis: sucede cuando las fibras del músculo se fracturan y se riegan en la sangre.

  • Infecciones causadas por gripe.

  • Enfermedades como: Malaria, toxoplasmosis, fiebre hemorrágica, dengue, poliomelitis, absceso en el músculo, lyme.

  • Trastornos autoinmunes: Lupus eritematoso sistémico, polimialgia reumática, dermatomiositis, esclerosis múltiple.

¿Qué hacer para aliviar el dolor?

Después de visitar a tu médico y comenzar con el tratamiento que te mande, esto aliviará tu malestar gradualmente.

Para descansar tu cuerpo puedes tomar acetaminofén o ibuprofeno.

El reposo es vital para que la zona afectada se relaje y no siga tensa. Si no cumples el descanso necesario, estarás evitando que el músculo vuelva a su modo natural.

Aplica compresas de hielo, o algo frío, eso lleva al músculo a su forma normal.

En ocasiones, puedes aplicar compresas frías y calientes simultáneamente, dos veces al día para aliviar el dolor.

Existe la opción de calentar aceite de mostaza en una cucharada para untar y masajear la zona con mialgia.

La manera de masajear correcta para aliviar el dolor y el músculo es en forma de movimiento circular.

Terapia, esta es una de las opciones más aplicadas en casos de mialgia. Los fisioterapeutas ofrecen ejercicios recuperativos en músculos muy afectados con dolor.

Alimentación balanceada, esto es algo que no debemos dar por sentado, ya que ayudaremos a nuestro cuerpo a que vuelva a su forma natural. Consume alimentos ricos en calcio y potasio. No puedes dejar fuera de tu día a día a las verduras, legumbres, pollo, pavo, pescado, granadas frescas, nueces, fibra.

La aromaterapia y la acupuntura, tienen buenas sesiones para aliviar los dolores musculares.

No pases por encima de cualquier dolor muscular que sientas, siempre es importante tener al cuidado nuestro cuerpo. En caso de que sientas que un dolor persiste más tiempo de lo debido, entonces consulta a tu médico para que no llegue a algo más grave. La mialgia es tratable y si se atiende en el momento adecuado, se puede controlar fácilmente.

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