Para algunas mujeres, como yo, es todo un tema pensar y vivir mensualmente con la famosa y tan incómoda menstruación.La menstruación, si bien, es un proceso normal femenino deja de ser algo cómodo, escapa muchísimo de lo agradable y más aún, para quienes hemos vivido nuestra vida con síndrome pre menstrual y dismenorrea.
Cuando "me llega la regla" (como le decimos en Chile al período menstrual) me convierto en bruja y fuera de sentirme mal, morir de sueño, de hambre, de ansiedad (aumento de manera excesiva el consumo de tabaco) hago miles de rituales que me permitan sentirme más cómoda y por un rato olvidarme del período que estoy viviendo. De verdad, no es por ser mala onda, pero no puedo creer que existan mujeres que conecten con este momento de manera bella, agradable y que de verdad, se sienten más féminas cada vez que llega el momento. A mí, de ver ya el sangramiento, me da asco; desde el color, la textura, y la famosa toalla higiénica, que absorbe y absorbe y absorbe, los residuos de mi cuerpo y los acumula, hasta que llego a un lugar seguro y bien seguro donde pueda hacer el cambio correspondiente.
Dentro de mis rituales está el andar con estuches con toallas higiénicas, con ropa interior por si me mancho, con bolsita por si tengo que hacer el cambio, miles de remedios para los dolores múltiples (cabeza, útero, espalda, si, yo me hincho como un globo), toallitas húmedas para higienizar la zona, papel higiénico, barritas enérgeticas para la fatiga crónica que me acompaña (ya se imaginan con tremendo bolso que ando en "aquellos días"). Dentro del ritual, también está el buscar un lugar siempre seguro con un basurero adecuado para poder cambiar la toalla higiénica y botarla de manera sumamente cuidadosa porque de verdad, no encuentro cosa más horrible que ir a un baño y encontrarme con las compañeras de cada mes, envueltas (cuando lo están, a veces no) en el basurero. Si no encuentro el lugar adecuado, simple, saco mi bolsita y guardo el asunto asquerosamente y me lo llevo a la casa, escondido en el bolsillo más recóndito de mi cartera. O simplemente, paso y me aguanto. Así de cuática (exagerada) soy.
Creo que lo que más me complica de usar toallas higiénicas es el efecto estancamiento de mis fluidos, ver sus colores múltiples (dependiendo de las horas de uso) y los olores que desprende. Ni les explico los rollos de infecciones que me paso en mi cabeza.
Es por eso, que busqué diferente alternativas, no dude en averiguar y escuchar diversas opiniones. Creo que la más higiénica, segura y cómoda es sin duda Mialuna. ¿La conocen?
Mialuna es una copita menstrual, de uso intravaginal. Se usa para recolectar el flujo menstrual en vez de absorberlo. Está hecha de una flexible y suave silicona hipoalergénica. Es reutilizable y dura por años.
Ventajas de Mialuna
- Es hipoalérgenica, confeccionada con silicona médica. Esto me da seguridad al momento de elegir usarla, porque sé que está hecha con tecnología pensada para mujeres de piel sensible que se irritan con facilidad.
- Mialuna recoge solamente el flujo menstrual y no la humedad de tu cuerpo, este queda guardado en ella, sin tener contacto con el oxígeno, por tanto, adiós malos olores y colores extraños.
- Como es una copita que recoge tu flujo, podrás monitorizar y cuantificar la cantidad de este. Perfecto para saber "si te llega mucho" o "si te llega poco".
- Como su cubierta es lisa no acumula bacterias, por tanto es sumamente higiénica y evitas las tan molestas infecciones.
- Dicen que es cómoda (como conté, aún no he tenido ocasión de probarla) porque como es intravaginal, prácticamente no la sientes.
- Es reutilizable, la vacías, cada vez que necesites (entre 4 a 12 horas), la enjuagas con agua y la vuelves a usar. Una vez finalizado tu periodo la hierves un ratito (no al fuego) y la guardas hasta tu próximo período, por tanto, adiós estuche gigante con toallas higiénicas.
- Es de larga duración, como te mencioné, puedes usarla seguido, hasta 12 horas, por lo que es ideal para la noche y para tus jornadas laborales. Si necesitas vaciarla durante el día y el baño de tu trabajo/universidad es compartido, puedes llevar una botellita con agua para enjuagarla dentro del mismo baño. No sería nada de lindo estar lavando ahí la copita, en el lavamanos y que llegue tu jefa a lavarse los dientes jijijijiji.
- Dura aproximadamente 3 años, por lo que es uno de los sistemas de higiene femenina más económicos. Una mujer gasta alrededor de $15.990.- en toallas higiénicas o tampones cada 6 meses y en 3 años son casi $100.000.- Mialuna, es muchíiiiisimo más económica.
- Es ecológica, ya que evitas usar tampones y toallas higiénicas que son los residuos que más demoran en descomponerse y que contaminan muchísimo nuestro planeta.
Yo ya tengo la mía. Debo decir que no he tenido ocasión aún de ocuparla (estoy próxima =/ y pasando mi SPM), pero estoy ansiosa de poder decir "no más toallas asquerosas poco higiénicas". Le tengo mucha fe. Cuando la use (en los próximos días) les contaré cómo me fue. Ahora, si les tinca la idea y tienen ganas de probarlas, estén atentas porque próximamente tendremos regalitos y novedades para nuestras lectoras. Sería una perfecta ocasión para probar este nuevo producto. Espero que se animen tanto como yo.