Pasear por Roma es pasear por una escenografía de la que somos partícipes mientras dura nuestro paso por el lugar en el que nos encontramos. No sólo de mármol y del rumor del agua de las fuentes están hechas sus plazas, sino también de nuestra presencia y mirada, de la capacidad de coinvolgimento que mostremos ante el espectáculo que se nos muestra.Michelangelo Pistoletto no nació en la exhuberante Roma, sino en Biella, en el Piemonte, pero su obra y su modo de comprender el arte entronca con esta tradición de teatralidad tan propia de la ciudad eterna. El MAXXI le dedica una amplísima restrospectiva que propone un viaje por las distintas etapas artísticas del autor.
Vista de la exposición de Michelangelo Pistoletto Foto: Sebastiano Luciano para MAXXI
Para el que no lo sepa (yo no lo sabía) Pistoletto nace y se forma en las más tradicional de las artes, la pintura. Francis Bacon es una influencia constante en sus primeros intentos de captar a través del retrato la esencia del caracter (el suyo) de la naturaleza humana. La voluntad de trascender los límites del espacio pictórico, a nivel físico y psicológico, lo llevan a investigar cómo puede el arte coinvolgere al espectador y superar la distancia del marco pictórico, de ahí el nacimiento del los famosísimos Quadri specchianti, grandes cuadros de acero inoxidable pulido que cuelan al espectador en su interior, que nos enfrentan a nuestra naturaleza narcisista o a nuestras verguenzas, según tenga uno el día...
Michelangelo Pistoletto, Autoritratto oro, 1960. Foto: www.pistoletto.it
Pasear por las salas del MAXXI supone perder la noción del papel de uno mismo en el espacio ya no pictórico sino artístico que construyen los cuadros de Pistoletto. Enfrentados unos a otros, las imágenes se reflejan y multiplican y a veces sorprendentemente nos descubrimos dentro de ellas, pasando a ser actores de sus escenografías. Esta relación con lo teatral y lo performativo está presente a lo largo de toda la exposición, desde la famosa Venere degli Stracci hasta los Oggetti in meno, son todos ellos modos de liberación creativa que ligan con un concepto del arte entendido como acción.Vista de la exposición de Michelangelo Pistoletto Foto: Sebastiano Luciano para MAXXI
Pero acción para qué? Pistoletto entiende el papel del arte en la sociedad y más bien el del artista como de aquel que con su capacidad de crear nuevas formas de ver y comprender ofrece respuestas a los problemas y cuestiones que se nos presentan. El del artista es un oficio de alguien que actúa y en caso de Pistoletto hace actuar también al público que lo experimenta.
Lo mejor: La vitalidad que desprenden las instalaciones. Los primeros Quadri specchianti.
Lo peor: La distribución a niveles de los Ogetti in meno. El MAXXI es uno de esos museos arquitectónicamente impresionantes pero creo que poco factibles para exponer, se come lo expuesto.