Subió al taxi y dio la dirección mientras cerraba los ojos y relajaba el cuerpo.
Demasiados aviones para tan pocos días. Mauricio, Kuala Lumpur, Dubái, Chicago, Ibiza. Unas vacaciones agotadoras y encima Mamá le dejaba los marrones, como siempre.
El lunes tenía que despedir a dos más por la crisis.