Tengo que reconocer una cosa. Y es que, aunque el auténtico otoño me encanta y necesito esos días fríos con la lluvia de fondo, tampoco me está disgustando del todo que este otoño esté siento más cálido. ¿Por qué? Pues porque puedo llevar vestidos otoñales durante más tiempo sin tener que usar medias tupidas o bufandas enormes.
De hecho, este tiempo es lo que está permitiendo que pueda hacer sesiones de fotos son morirme de frío para enseñaros vestidos como este. Para mí, este es el vestido de la temporada. Floral, largo, con abertura y de manga larga. Hace una silueta preciosa y... ¿por qué no decirlo? yo creo que queda bastante sexy ;) (de un modo "puedo ir a trabajar así").
Este vestido es de Springfield y yo lo compré un poquito rebajado con el 10% de descuento que ofrecen para nuevos suscriptores. Os lo cuento por si queréis hacer lo mismo, porque las chicas guapas comparten sus trucos.
Debería ser midi, pero ya sabéis que yo soy bajita y a mí lo que está pensado para ser midi me queda maxi (eso sí, sin tener que coger bajo). Y la verdad es que iba a llevarlo a la modista para dejarlo midi a mi medida, pero realmente no me disgusta cómo me queda con esta largura. Lo mismo el año que viene me da por cortarlo, no sé...
Es un vestido genial. Para mí, lo tiene todo. Tiene estética otoñal, te hace un figura muy bonita, tiene elementos que rompen con la seriedad (el escote, la abertura o las mangas semitransparentes) y sirve para diferentes ambientes. Puedes ir a trabajar con él y luego a un afterwork, y tampoco desentonas si te vas al campo a pasear y a romantizar el otoño.
Ese día estuvimos paseando por la Isla del Soto. Es un lugar precioso en el que poder admirar los cambios que trae el otoño. Y le ha costado, pero por fin está aquí al 100%, iluminando los paisajes con sus colores vivos. Es un placer pasear por esta zona en esta época del año, más si las temperaturas se mantienen así de templadas.
Fotos: Manuel Laya