Revista Psicología

Miedo a la muerte (II): Gurdjieff

Por Vivirsintrabajar
En Vivir sin Trabajar estamos enfocados a desarrollar los temas que se relacionan con poder llevar una forma de vida autogestionada, en la que nosotros y nuestros semejantes tomemos la totalidad de las decisiones sobre la totalidad de nuestra vida, no pudiendo haber otros poderes. Para ello, son necesarios ejercicios que nos permitan profundizar, mediante el desarrollo de la conciencia, en diferentes aspectos que nos atañen como seres humanos. Así, ampliando el anterior mensaje que publicamos sobre el Miedo a la muerte, hoy os dejamos un ejercicio descrito por George Ivánovich Gurdjíeff:
Imagina, que solo tienes unos pocos minutos, tal vez una hora para vivir; de alguna manera has descubierto exactamente cuando morirás. ¿Qué harías con esta preciosa hora de estadía en la Tierra? ¿Serias capaz de completar todas tus cosas en esta ultima hora, tienes una idea consciente sobre como hacerlo?

Y soltando tu último aliento ¿Sentirías satisfacción al saber que has hecho todo lo posible en esta vida, para darte cuenta que estas presente constantemente, siempre vibrando, siempre esperando, como un hijo esperando a su padre marinero?  En el mundo manifestado todo tiene su principio y su final. 

La vida orgánica es muy frágil. El cuerpo puede morir en cualquier momento. Siempre esta a un paso de la muerte. Y si te las arreglas para vivir un día más, es sólo una oportunidad accidental dada por la naturaleza. Si pudieras vivir una hora más, puedes considerarte una persona afortunada. Desde el momento de la concepción estamos viviendo tiempo prestado. Viviendo en este mundo tienes que sentir la muerte cada segundo, así que resuelve todos tus asuntos pendientes.

Ahora no sabes mucho sobre ti mismo. Pero con cada día que excaves más y más profundamente dentro de este montón de huesos empezarás a saber más y más detalles. Día a día encontrarás lo que deberías haber hecho y lo que tienes que rehacer dentro de las cosas que has hecho. Un hombre de verdad es aquel que pudo tomar de la vida todo lo que era valioso de esta, y decir: “Y ahora puedo morir.” Debemos  tratar de vivir nuestras vidas de manera que podamos decir cualquier día: “Hoy me puedo morir sin arrepentirme de nada.”  

Nunca gastes infructuosamente tu última hora de vida, porque se puede volver la hora más importante para ti. Si la usas incorrectamente, puedes arrepentirte después. Esta sincera emoción que sientes ahora, puede convertirse para ti en una poderosa fuente de la fuerza que te puede preparar para una muerte perfecta. Sabiendo que la próxima hora se puede volver la última para ti, absorbe las impresiones que te convertirán en un verdadero gourmet. Cuando la dama de la muerte te llame, prepárate, siempre. El maestro sabe como tomar de cada deliciosa pieza el último trozo de lo más valioso. Aprende a ser el maestro de tu vida.

Cuando era joven aprendí a preparar fragancias. Aprendí a extraer la esencia de la vida, sus cualidades más sutiles. Busca en todo lo más valioso, aprende a separar lo fino de lo grosero. El que ha aprendido como extraer la esencia, lo más importante de cada momento de la vida, ha alcanzado un sentido de calidad.

Puede ser que en los últimos momentos de tu vida no tengas la opción de decidir donde y con quien estar, pero tendrás la opción de decidir que tan completamente los vivirás. La habilidad de tomar lo valioso de la vida – es la misma que la de tomar lo mas valioso de la comida, del aire o de las impresiones. Trabajar en ti mismo por el bien de otros es una manera inteligente de recibir lo mejor de la vida para ti. Si no estás satisfecho con la última hora de tu vida, puede que tampoco lo estés con tu vida entera. Morir significa pasar a través de algo que es imposible repetir de nuevo. Gastar tu precioso tiempo en nada significa privarte de la oportunidad de extraer lo más valioso de la vida.

El ejercicio de preparación es que recuerdes la hora que ha pasado, como si fuera tu última hora en la tierra y que justo acabas de darte cuenta de que has muerto. Pregúntate, ¿Estabas satisfecho en esa hora?

Y ahora reanímate a ti mismo de nuevo y establece el objetivo para ti mismo. En la próxima hora (si eres afortunado para vivir una más) trata de extraer de la vida un poco mas de lo que hiciste en la ultima hora. Define, donde y cuando deberías haber estado mas consciente, y en donde deberías haber puesto más fuego interno.

Y ahora abre más tus ojos, y con esto me refiero a abrirte más posibilidades, sé un poco más valiente de lo que fuiste en la hora anterior. Ya que sabes que esta es tú ultima hora y que no tienes nada que perder, intenta ganar más valentía, por lo menos ahora. Desde luego, no tienes que hacer tonterías.

Llega a conocerte mejor, mira a tu máquina como si la vieras desde afuera. Ahora, cuando estás muriendo, no tiene sentido mantener tu reputación y tu prestigio.

De ahora en adelante, hasta la verdadera ultima hora, aspira con persistencia para recibir lo más valioso que puedas de la vida, desarrolla tu intuición. Toma sólo unos pocos momentos cada hora para mirar a la hora que ha pasado, sin juicios, y después sintonízate para extraer más de la siguiente hora.  Aumenta la auto-exploración y el auto-conocimiento, y también aumenta la habilidad de dominarte a ti mismo, esto cambiara el trabajo de tu maquina, que siempre está fuera de control. 

Vivir el resto de tu vida ensayando tu muerte cada hora, no es nada patológico. Nadie recibe más de la vida que el paciente con cáncer, que sabe aproximadamente cuando morirá. Y desde que él ya reconoció como desea pasar el resto de su vida, no tendrá que hacer el cambio total en ésta, pero podrá ir a algún lugar, a donde siempre deseó ir, que  no lo haría en otras circunstancias.

Imagina la sustancia “aire” o la sustancia “impresiones.” Finalmente, dibuja en tu cabeza la sustancia “momento.” Si, hasta los momentos del tiempo son sustancias. A cada momento al que podemos extraer las sustancias más sutiles, a eso podemos llamarle “la esencia de la vida.” Extraer la esencia de cada momento nos lleva a la vida real.


La vida real no es un cambio de actividad, sino un cambio en la calidad de la actividad. El destino, es el destino. Cada uno de nosotros tiene que encontrarse a si mismo en el  orden total de las cosas. No es tarde para empezar a hacerlo ahora, aunque has pasado la mayor parte de tu vida dormido. Empezando desde hoy puedes comenzar a prepararte para la muerte y al mismo tiempo, aumentar tu calidad de vida. Pero no pospongas el comienzo, tal vez de verdad solo tienes una hora más de vida.
Si la vida es solo una coincidencia, entonces no hay necesidad de continuar. Esto no significa que tienes que terminar tu vida con un suicidio. Lo opuesto, tienes que poner todo tu esfuerzo en “vivir.” El hombre ordinario siempre vive, solamente yendo con la corriente. No solo está dormido, está absolutamente muerto. Para vivir realmente, es necesario apoyar los esfuerzos de la naturaleza, para tomar activamente de la vida, y no actuar pasivamente, a donde sea que fluya.

Al final de cada hora después que hayas estimado su utilidad, imagina que despertaste en lo absolutamente desconocido en comparación a la anterior que pasó. Es importante notar que la aparente continuidad de la última hora, realmente está cambiando con cada hora, aunque las cosas y personas parecen las mismas de antes. Con el tiempo aprenderás a verte a ti mismo como un espíritu de una sustancia especial, que viene de un mundo a otro, como un huésped sin invitación de la naturaleza.

Mirando desde este punto de vista, evalúa todo lo que hagas en tu vida. Mira los resultados de todos tus esfuerzos del pasado y piensa que sentido tienen ahora, en tu última hora de vida. Aquellos que entienden esto, están muertos a este mundo y al mismo tiempo están más vivos en este mundo que nadie más.

El modo ordinario de entender la vida es vanidad de vanidades. Por más grande que sea el resultado es de acuerdo a las medidas terrestres, tarde o temprano fallará. Hasta la arena está siendo hecha polvo por el tiempo. Hasta las personas más relevantes de la historia han sido olvidadas. Para entender las posibilidades reales de este mundo, es necesario encontrar lo que podemos alcanzar en este mundo.

Mira atentamente a las vidas de todas las personas más grandes, aquellos que dirigieron ejércitos, que tuvieron poder sobre otros. ¿Cuál es el beneficio para ellos de todas sus grandes acciones ahora, cuando están muertos? Incluso cuando estaban vivos, todas estas grandes acciones no fueron más que sueños vacíos. No estamos aquí para elogiarnos a nosotros mismos o para probarnos a nosotros mismos.

La mayoría de las personas encuentran muchas excusas para no trabajar en si mismos. Están en una completa prisión de sus debilidades.


Te recuerdo una vez mas, aprende a vivir cada una de tus horas con un beneficio más grande.  Crea un detallado plan de tu última hora de vida. Para entender como debería morir uno, deberías de hacer crecer raíces más profundas en la vida, solo entonces podrás morir como un ser humano, no como un perro. Aunque, esto no es dado a todo el mundo -morir. Puedes convertirte en abono para nuestro planeta, pero realmente no significa morir. Morir a este mundo para siempre, es un honor que tienes que ganártelo.

Trata de imaginarte a ti mismo – relativamente - claramente en tu última hora sobre la tierra. Escribe un tipo de guión de esta última hora, como si estuvieras escribiendo el guión para una película. Pregúntate: “¿Así es como quiero disponer de mi vida?” Si no estas satisfecho con la respuesta, rescribe el guión hasta que te guste.  

Nuestro principal enemigo, que nos impide aplicar los esfuerzos necesarios, es la desesperanza. Sé que tienes muchas excusas para no prepararte para tu última hora de vida. El hábito es una gran fuerza, pero empezando una vez, puedes aprender a hacerlo cada vez más y más.

No te enredes todo el día, esfuérzate al menos una hora al día, de lo contrario perderás todo. Piensa sobre el ensayo de tu última hora como si fueran ejercicios de ballet, tienes que hacerlo toda tu vida.

Extractos de La Última Hora de Vida G.I. Gurdjieff

Fuente

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