¿Los puedo llamar miedos? Cierto es que más que miedos se pueden considerar inseguridades o “miedo a lo desconocido”.
En siete semanas me convertiré en madre y eso son palabras mayores. Madre. Durante estos ochos meses he tenido tiempo para pensar en la educación de mi bebé, en qué idioma la vamos a hablar… Me ha dado tiempo a imaginarme cómo será físicamente e incluso cómo será su carácter y las que me liará en la adolescencia. Pero ninguno de estos pensamientos tienen relación con mi vida a partir de Octubre, quiero decir, el futuro cercano. ¡Anda que no queda para que sea adolescente!
No me puedo creer que alguien me vaya a llamar “mamá” (o “mummy” o “mae” dependiendo del idioma que hable al final) porque para mí una madre es lo más grande que hay y ahora yo voy a convertirme en lo más grande para alguien. Para ese alguien que me despierta a patadas y me hace dudar de la capacidad de almacenamiento de mi vejiga. Y creedme que eso asusta un poco.
Imagen de Josh Willink. Fuente: http://goo.gl/AG52V1Puedo confesar que pensar en el momento del parto me da cierta inseguridad, pero me auto-consuelo diciendo/pensando que no puedo pretender ser la única embarazada en el mundo porque mientras escribo esto, en esta ciudad muchas mujeres están dando a luz, y no quiero imaginar el número de ellas dando a luz en el mundo. El parto tiene mala prensa por las películas pero créeme que después de tanto pensar llegas a la conclusión que no puede ser tan malo porque las mujeres repiten. Doler, dolerá, pero seguro que al final de tu vida si haces balance, seguramente el dolor del parto no vaya a ser el dolor más grande que recuerdes.
Me he dado cuenta que mientras estoy centrada en el dolor del parto, pensando cómo será, si realmente la piscina sirve de algo, si es mejor con o sin epidural, en si merece la pena masajear el perineo para evitar desgarres… y todas esas cosas y no estoy pensando en el después de ese momento. Ese “ratito” que es el parto. Pero, ¿qué pasa después? Te ponen a tu bebé en el pecho y ya eres mamá. Y la gran pregunta es, ¿y cómo sé es mamá?
Fuente: http://goo.gl/iwtDCTYo recuerdo una noche cuando era pequeña y estaba metida ya en la cama y mi madre andaba recogiendo las cosas y metiendo en la cuna al pequeño y acostándonos a mi hermano y a mí, mientras estaba pendiente de su cena y la de mi padre… y la pregunté: “Mamá, ¿es muy difícil ser mamá?” “No, cariño” me contestó. Pues si lo dice mi madre no puede ser muy difícil, ¿no? [Aunque ahora pienso que la tenía que haber preguntado si es muy duro ser mamá.]
Un bebé. Pequeñito. Tú bebé. Tiene que ser una sensación increíble. Y me quedan siete semanas para vivirla. Por esa misma razón, he decidido decir no a la epidural porque quiero sentir ese momento. Es un momento que hay que sentirlo, hay que vivirlo y hay que intentar disfrutarlo y pasarlo lo mejor posible ya que no dejas de traer vida al mundo. Las cosas hay que hacerlas a lo grande.
Fuente: http://goo.gl/3DX2d4Es como un “cacho” de ti. Cuando ella enferme yo lo sentiré también, cuando la rompan el corazón yo lo sentiré también (con instintos asesinos pero lo sentiré), por eso creo que las madres no quieren que les pase nada a sus hijos. Por eso yo no quiero que la pase nada a mi bebé.
Ser mamá es algo que sale de manera natural, como enamorarse. Son esas cosas en la vida que se sienten, que no se pueden pensar. Son puro sentimiento. Realmente tiene que merecer la pena.
Voy a ser mamá.
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