Finalmente, y tras más de 6 años de haber concluido las obras, el gobierno porteño inauguró 2 estaciones de subte (Flores y San Pedrito).
¿Cómo hay que entender esto? ¿Estamos realmente mejor que Canadá y Australia?
No hay que olvidar que durante la campaña de 2007, y cuando las estaciones Flores y San Pedrito ya estaban terminadas, Mauricio Macri prometió 10 kilómetros de subte por año.
Tardó más de 6 en cortar las cintas de una obra finalizada antes de asumir su primer mandato. Lo único que faltaba era comprar un par de formaciones. Al menos, eso es lo que afirman desde su gobierno.
Prestá atención, construir 50 kilómetros de subte en Singapur demandó 22 meses.
Metros inaugurados a fines del siglo XIX (como el de Londres) o principios del XX como el de Nueva York o el de París dan mucha envidia a cualquier ciudadano de Buenos Aires. Es casi imposible caminar un par de cuadras y no encontrar una boca de acceso (hacé click en el nombre de cada urbe para ver los mapas de sus redes).
Además, subtes construidos en los últimos años le han sacado varias cabezas de ventaja al porteño.
Por caso, el de San Pablo, Brasil, tiene 39 años.
El de Caracas cumplió 30 años.
El de Santiago, Chile, tiene 38 años.
El de San Francisco, en California, va por las cuatro décadas.
El de Atlanta, en Georgia, Estados Unidos, cumplió 34 años y es muy extenso.
Ni hablar del de Vancouver, en Canadá. Con 29 años, es un lujo.
El metro de Montréal es el sistema circulatorio de una ciudad subterránea. Tiene 47 años.
El de Toronto, en tanto, va por los 59 años.
Por último, el de Washington, tiene 37 años y parece un tren del futuro.
La mayoría de ellos llega hasta el o los aeropuertos y combina con todas las lineas de trenes que, a su vez, cruzan el país.
En fin, hay más ejemplos, pero con éstos sobran.
Mientras tanto, el subte de la ciudad de Buenos Aires aún no arribó a Puente Saavedra ni a Liniers y, por lo pronto, muy lejos está de eso.