
La collalba gris es un gran migrador, desde latitudes tan al norte como las islas de Groenlandia o Islandia, e incluso Norteamérica, viaja hasta África para pasar el invierno. Se estima que las collalbas grises que cruzan el Atlántico sin escala, lo hacen sin parar en unas 30 horas, suponiendo unos 2400 km. En Asturias anida en zonas de montaña, siendo más notoria en los pasos migratorios. Es muy llamativa por su blanca cola y la costumbre de posarse al descubierto.
