(Foto: Yahoo Sports)
O más bien, le invitan a dejarlos. Anoche, en la rueda de prensa posterior a la derrota de los Clippers en Orlando, el entrenador interino Kim Hughes anunció que Mike Dunleavy acababa de abandonar su cargo como General Manager de la franquicia angelina, y será sustituido por el que hasta ayer era su asistente principal, Neil Olshey.
Recordemos que el pasado 4 de febrero Dunleavy decidió dejar el puesto de entrenador para centrarse exclusivamente en labores de GM, colocando a Hughes como técnico provisional. En aquel entonces los Clippers tenían un record de 21 victorias y 28 derrotas, y ocupaban prácticamente la misma plaza que ocupan ahora. Desde que Hughes es entrenador, el equipo sólo ha ganado cuatro de los quince partidos que ha disputado, y ninguno de ellos fuera de casa. Con cuatro derrotas consecutivas (todas por más de 17 puntos), y con el equipo lejos de pelear por los Playoffs una vez más, la directiva ha decidido darle un vuelco a la franquicia y prescindir de Dunleavy, que había estado ligado a los Clippers desde el año 2003.
Hace unos meses escribí un artículo en este mismo blog comparando las dispares carreras de los dos únicos ejemplos de entrenador y General Manager que había en la NBA: Dunleavy y Gregg Popovich. Mientras éste ha tenido una carrera llena de éxitos en los San Antonio Spurs (con cuatro anillos a sus espaldas), Dunleavy no ha podido escapar a la "maldición" de los Clippers, un equipo que ha sido incapaz de hacer nada importante en el plano deportivo pese a contar con muchos buenos jugadores y altas elecciones en el Draft. Sin extenderme demasiado, recordaré que Dunleavy es responsable de acciones positivas como las elecciones en el Draft de Chris Kaman, Eric Gordon o Blake Griffin, además de fichajes como los de Baron Davis, Marcus Camby o Zach Randolph, jugadores que han ofrecido un notable rendimiento. Sin embargo, tampoco podemos olvidarnos de casos como los de Shaun Livingston, Yaroslav Korolev, Cuttino Mobley, Glen Rice o Vin Baker, por citar algunos jugadores que pasaron con más pena que gloria por la franquicia.
Se da la circunstancia de que Dunleavy había preparado a conciencia el terreno para acometer el fichaje de un agente libre importante el próximo verano. Los movimientos que hicieron los Clippers en el reciente trade deadline indican claramente la intención de liberar espacio salarial. Se deshicieron de Camby, Al Thornton y Sebastian Telfair, y todos los jugadores que llegaron acaban contrato el próximo mes de junio. Sin embargo, la gestión de ese fichaje estrella que debiera servir para dar un giro de timón a la trayectoria reciente del equipo va a estar en manos de Olshey y no de Mike Dunleavy, otra víctima de la guillotina del "hermano pobre" de Los Angeles.