Todos tenemos nuestra "tía Cucha" interior, ese interior que representa a todas esas tías mojigatas que hay en cualquier familia. Y mi tía Cuchita me andaba diciendo, como quien no quiere; "ay mijito, usted anda escuchando mucho metal, mucho metal, y eso es del diablo", y uno como que "sabe algo tía? no joda". Pero me dejó en cierta manera las ganas de escuchar otra cosa. Y así repasando los álbumes que tengo pendientes por escuchar (valga la redundancia), pasó por mis ojos una obra que mis oídos aún no habían disfrutado: "Ommadawn". Hermoso "descubrimiento".
Este álbum, compuesto de dos movimientos, es una de las primeras piezas en Europa de lo que se llama World Music, dada su influencia de sonidos africanos y celtas.
Y como ya dio a entender el título de este artículo, es obra y gracia del buen señor y compositor progresivo británico Mike Oldfield, quien fuera (y es) reconocido por haber compuesto "Tubular Bells" (1973), pieza angular del prog-rock, que de paso ha marcado a las varias generaciones que vieron la popular película "El Exorcista" (lanzada el mismo año del el mencionado disco) con la famosa tonada que se repite varias veces durante la misma, procedente de la primera sección de la primera parte del "Tubular Bells", que dicho sea de paso compuso (dicen...) a los 17 años.
Pero bueno, pese a ello, sigo conociendo gente que no tiene ni idea de quién es el señor Oldfield. Desesperante eh.
Regresando a "Ommadawn", debo anunciar que estamos frente a una obra magna. Este largo instrumental, acompañado de vocales en algunos momentos, es una genial sinfonía producto únicamente de la mente brillante de un loco genio de la música.
Mike Oldfield nos hace pasear a través de un sinfín de diversas melodías enlazadas entre sí, con pasajes de diversidad melódica e instrumental guiados por un hilo sinfónico cual arco argumental, que nos da demasiados guiños a una clara influencia de la música clásica y su polifacética estructura. Instrumentos exóticos y tradicionales junto a los más comunes; gaitas, flautas de pan, timbales, baterías africanas, arpas, spinet (con su sinidito barroco), glockenspiel, banjo y un largo y simpático etcétera que se convierte en la delicia máxima de cualquier amante de la música y simpatizante de lo progresivo, sinfónico y ciertamente experimental (en su sentido más amplio).
Muestras de música que van desde los sonidos más clásicos y antiguos a los que realmente llevan impregnada la etiqueta de un real avant-garde.
¿Puede no gustarte este álbum? No, claro que no. Y si no te gusta, deberías empezar a cuestionar si realmente eres un apasionado de la música.
Estamos frente a la tercera obra en solitario del gran Mike, que pese a haber sido lanzada en 1975, sigue conservando un sonido fresco y único, que probablemente no vuelta a repetirse jamás. Qué dolor, qué dolor, qué pena.
Paseemos pues, entre momentos que uno siente venidos de algún lugar remoto del África pretérita, o muy por el contrario, de una simpática y medieval Irlanda.
Ahora debo hacer un copy-paste wikipédico, muy a lo candidato a la presidencia del Perú, para contarles una anécdota muy interesante: El título de la obra no tiene una traducción directa al castellano, pero se asemeja mucho a la palabra irlandesa "Amadán", que significa "loco". Esta especulación procede de la traducción de la letra que tararean los coros al final del primer movimiento de la obra, "ta me an amadán" que viene a ser algo así como "Estoy loco por la música". Sin embargo, en su autobiografía "Changeling", Mike Oldfield admite que se trata de una estrofa traducida por Clodagh Simmonds al gaélico. Dicha estrofa, en inglés, era "Daddy´s in bed/The cat´s drinking milk/I´m an idiot/And I´m laughing", es decir, "Papi está en la cama/El gato está bebiendo leche/Soy un idiota/Y me estoy riendo"). Precisamente, la palabra "Ommadawn" significa "Idiota".
Otra cosa muy a tomar en cuenta es lo siguiente, el álbum originalmente contenía una tercera pieza corta titulada "On Horseback", que en las ediciones actuales se encuentra adicionada al segundo movimiento y puede escucharse a partir del minuto 13:54 del mismo.
Y bueno, para cerrar debo compartir una obra audiovisual muy interesante que se logra de la siguiente manera: viendo, en mute claramente, el documental artístico español titulado "Océanos" (que dejaré al final de este post) mientras escuchamos de fondo "Ommadawn". Lo gracioso de todo es la, casi, perfecta sincronía entre las imágenes que vemos en el documental con la música que suena de fondo. Eso sí, recomiendo saltar los primeros minutos del documental para poder disfrutar del experimento sin letras ni títulos interrumpiendo las vistas.
Ah, la versión que comparto con ustedes, vía Spotify, incluye 4 bonus tracks que son bastante evidentes.
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Publicación: 21 de Ocubre de 1975
Grabación: Enero-Setiembre de 2015
Estudios: La casa de Oldfield en The Beacon
Discográfica: Virgin Records
Productor(es): Mike Oldfield
Editor y creador de Pentagramario. Melómano por convicción. Amante del sci-fi y el prog. Miembro de The Temple of Hiram. Ex estudiante de redacción. Autodidacta, aprendí lo que sé de tres maneras: leyendo, leyendo y leyendo.
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