Por Gastón del Torto / @g_deltorto
Que difícil es ver un partido del fútbol argentino después de haber visto al Barcelona. Aún más si de ese encuentro participa River. Un equipo que fecha a fecha evidencia una merma en su nivel. Es cierto que tampoco era una maravilla pero sin duda se contrastaba con dicho presente.
El empate sin goles entre Olimpo y River fue inmerecido para el equipo de Juan José López porque con sus decisiones demostró qué era lo que buscaba: Juan M. Díaz volvió a ocupar la banda izquierda y apenas un solo cambio (Ezequiel Cirigliano por Matías Almeyda), cuando su equipo jugaba muy mal, dan claras de que la igualdad le sentaba bien. Patética actitud del entrenador que parecería ver diferente a la muchos.
Excepto Juan Pablo Carrizo y los tres defensores, el resto no tuvo una buena noche. Los dos mediocampistas centrales tuvieron un partido olvidable. Walter Acevedo jugó acaso su peor encuentro desde que está en River. Impreciso, poco vertical y algo torpe con la pelota. Con respecto a la marca ambos corrieron mucho pero mal y desorganizadamente. No le hicieron ni siquiera sobra a Martín Rolle y a su homónimo Aguirre. El uruguayo Díaz y Paulo Ferrari estuvieron flojísimos en la marca y tampoco llevaron peligro al arco rival. No hicieron más que molestar.
Por su parte, Erik Lamela, como ya remarcamos en tremendamentemotivados hace algunas semanas, tiene la mala fortuna de formar parte de este River, bien distinto al que define su rica historia. “Debe” hacerse cargo de un equipo que pelea por salir de la promoción con apenas 19 años y aún así se las arregla. Esta vez apareció de a chispazos y con jugadas individuales aunque ninguna terminó en chance neta de gol.
Por último, Mariano Pavone y Leandro Caruso estuvieron bastante desconectados del resto del equipo. El primero continúa luchando estoicamente aunque no comprende que eso no sirve, porque es una pelea intrascendente que termina en la nada misma. Partido a partido, su figura desaparece y protesta más de lo que juega. El ex Godoy Cruz tampoco pudo influir en el resultado ni en el juego. Normalmente es de tirarse más atrás para intentar juntarse con Lamela pero la falta de precisión que tuvo hoy más la ausencia de volantes que lleguen y pisen el área rival, lo obligan a tener que encarar a dos, tres y hasta cuatro jugadores.
Es así que Olimpo, sin deslumbrar fue mejor y mereció la victoria, al menos el 1-0. Aguirre, la figura del encuentro, fue el más capacitado para conseguir ese desnivel en el marcador. Jugó, raspó y fue vertical a la hora de encarar. Tuvo varios disparos de afuera, dos de ellos salieron desviados y el otro contuvo Carrizo. Por las bandas, Diego Galván y Facundo Castillón atacaron constantemente y fueron un dolor de cabeza para Ferrari y Díaz, respectivamente. Al equipo de Omar De Felippe únicamente le faltó efectividad, precisión en el último toque. De hecho el entrenador también demostró cuáles eran sus intenciones a partir de los cambios, bien distintas a los de J. J. López. Porque Sebastián Longo, mediocampista de ataque, reemplazó a Castillón, de las mismas características, y después un nueve de área como Julio Furch ingresó en lugar de Rolle.
Ahora no deben equivocarse con este River. Los planteos de su técnico al comienzo del campeonato eran los mismos, mezquinos, conservadores y poco ambiciosos. La diferencia era que Lamela se los amagaba a todos y de carambola terminaba en gol, aparecía algún penal, Pavone ganaba los rebotes y la metía pero no mucho más. Eso sumado a que, al igual que hoy, Carrizo y la defensa mantenían el arco en cero, derivaba en la victoria de River.
De esta manera, el conjunto de Núñez continúa en promoción (139 puntos), apenas por debajo de Olimpo, a un punto Arsenal y a dos de Tigre. Se puede decir que ya es una lucha entre estos cuatro pues Independiente con su victoria de hoy llegó a 146.
Sin duda es muy complicado ganar un partido así, jugando de esta manera. El “Millonario” lo consiguió en las primeras 10 fechas pero desde allí el ánimo del equipo cayó, la confianza comenzó a perderse entre derrotas y empates. Ahora a River le quedan tres partidos muy importantes de cara a evitar la promoción. Colón el próximo fin de semana de local, justamente un equipo que está acostumbrado a conseguir mejores resultados de visitante. Estudiantes, a pesar de no estar pasando un buen momento tiene jugadores de renombre y finalmente con Lanús, uno de los mejores equipos de Argentina. Aunque ya de por si, todos los partidos son difíciles para este River.