Según la Asociación Global sobre Restauración Forestal (GPFLR), existen millones de hectáreas de bosques con potencial para la restauración. Mediante la ultilización de imágenes satelitales, han identificado una serie de zonas en todo el mundo que, en conjunto, tendría una superficie más grande que Canadá.
Cifras anteriores a este estudio estimaban en 850 millones de hectáreas. Actualmente los científicos han producido un mapa mundial de áreas debosques antiguos y tierras forestales actualmente degradadas, con una extensión muy superior a las estimaciones anteriores.
En total estas superficies ocupan alrededor del 6% de la superficie total del planeta y su restauración se podría lograr sin perjudicar otros usos de la tierra vitales, como la agricultura.
La GPFLR, pensando en las comunidades locales, especialmente en las indígenas, manifiesta que ahora trabajará con los distintos países siguiendo esta filosofía de respeto hacia ellos en la restauración debosques.
El análisis del equipo investigador indica que en 2030 la restauración de tierras forestales degradadas podría doblar la contribución a la reducción de gases de efecto invernadero que podría esperarse de evitar la deforestación.
Los autores de la publicación han anunciado que trabajará con los países durante el próximo año para aclarar y afinar estas cifras país por país.