
Sí, señoras y señores, desde el día 1 oficialmente estoy en pleno yuyu navideño (el año pasado ya os hablé un poco de él...). Quizá ya lo sintiera un poco antes, no sé si influenciado por que en el trabajo llevo un par de semanas escuchando la canción "Jingle Bell Rock" que, curiosamente, a estas alturas todavía no la odio ¡al revés, me gusta más! Cada día acabamos todos tarareándola un rato... jaja ¿Te apetece darle al play y acompañarnos un poquito?
No estamos locos, es que un año más me ha tocado diseñar el christmas corporativo, a veces me canso de los cascos y ya sabéis como son estas canciones, las escuchas una vez y ya no te las puedes quitar de la cabeza ¿verdad? "jingle bell, jingle bell, jingle bell rock, jingle bell swing and jingle bell ring" jajaja

Estos mini bundt cakes están basados en la receta de Martha Stewart aunque las cantidades son más pequeñas ya que las adapté a mis moldes. Si lo quieres hacer en un molde más grande (los de 21 cm.) tendrás que doblar las cantidades.
Ingredientes (para 4 mini bundt cakes)
- 400 gr. de calabaza fresca (si ya la tenéis cocida serán 160 gr.)
- 260 gr. de harina
- 125 gr. de mantequilla sin sal
- 2 huevos
- 125 gr. de azúcar moreno
- 125 ml. de buttermilk (o 125 ml. de leche y 1 cucharada de limón)
- 1 cucharada pequeña de canela en polvo
- 1/2 cucharada pequeña de nuez moscada
- 1/2 cucharada pequeña de jengibre molido
- 1/4 de cucharada pequeña de clavo molido
- 1/2 cucharada pequeña de bicarbonato
- 2 cucharadas pequeñas de levadura
- 1/2 cucharada pequeña de sal
- Azúcar glass
La calabaza puedes prepararla al horno o al vapor, como tú prefieras. Una vez esté echa, deja que se temple y escúrrela muy bien para que no aporte mucho líquido a la masa. Tritúrala hasta conseguir un puré fino y reserva.
Tamiza en un bol la harina, la sal, la levadura, el bicarbonato y todas las especias: la canela, el jengibre, la nuez moscada y el clavo y reserva.

Para los que no tienen buttermilk como yo, puedes prepararlo en casa con 250 ml. de leche a temperatura ambiente y una cucharada sopera de zumo de limón o vinagre. Ponlo en un bol, remueve bien para que se mezcle y déjalo reposar mientras preparas el resto de los ingredientes. En unos 10-15 minutos tendrías que ver como comienza a espesar un poco.
Pon a precalentar el horno a 175 ºC y engrasa los moldes con mantequilla o margarina, cubriendo todas las hendiduras que pueda tener para que el bizcocho no se pegue. Reserva.
Con la ayuda de una batidora eléctrica (yo utilicé mi queridísima KitchenAid) mezcla a velocidad media el azúcar moreno y la mantequilla durante unos 3 minutos hasta conseguir una masa cremosa.

Reduce a velocidad baja y añade la mezcla de harina y especias intercalándola con el buttermilk. Empieza con un tercio de la harina y, una vez se haya integrado bien en la masa, añade la mitad del buttermilk. Sigue con el resto hasta que hayas terminado con los ingredientes (en total serán 3 veces la harina y 2 el buttermilk). Verás que la masa se ha aclarado y tiene una textura más suave.

Reparte entre los moldes y mételo al horno unos 30 - 40 minutos con calor arriba y abajo.

Deja que los moldes se enfríen sobre una rejilla unos 10 minutos, desmóldalos y pon los bundt cakes de nuevo sobre la rejilla para que acaben de enfriarse.

