A pesar de que ya estamos deseando que llegue la primavera, tenemos que confesaros que el invierno tiene ese puntito acogedor en el que te sientes de maravilla estando en casa y encendiendo horno. Es la época perfecta para probar todas esas recetas de pan y repostería que tenías en mente y es justo lo que nos sucedió con esta receta. Teníamos el challah en mente desde hace meses pero entre una cosa y otra no lo habíamos podido elaborar, así que cuando llegamos de las vacaciones decidimos probarlo y el resultado nos encantó. Es el tipo de pan con el que sueñas para cada merienda, claro que la primera vez que lo hicimos no pensamos en que el tamaño de la trenza nos iba a dar para alimentar a toda la comunidad, jeje así que la segunda vez nos decantamos por hacer una versión mini, perfecta para el desayuno o la merienda.
Challah es un pan trenzado típico de origen judío que suelen comer durante el Shabbat o las fiestas judías.
Ingredientes:
- 323g de harina
- 97g de agua fría
- 1 huevo
- 2 yemas
- 13g de miel
- 5g de levadura seca
- 7g de sal
- 40g de azúcar
- 28g de aceite
Procedimiento:
- En un bowl agregamos los siguientes ingredientes: la harina, los huevos, las yemas, la miel, la levadura, la sal y el azúcar (en dos mitades). Mezclar todo lo anterior e ir agregando el aceite poco a poco.
- Dejar reposar por 45 minutos.
- Una vez pasados los 45 minutos plegamos la masa como si dobláramos un papel.
- Dejar reposar otros 45 minutos.
- Pasado este tiempo comenzamos a formar nuestras trenzas, nosotros las hemos hecho de tres brazos, pero se pueden hacer de 5 o más. (os dejamos aquí un enlace en el que podéis ver como se hace la trenza de 5).
- Hechas nuestras mini trenzas las dejamos reposar cubiertas con un film (papel transparente) o una toalla durante 1 hora.
- Pasado este tiempo veremos como nuestras trenzas han subido, así que es momento para barnizarlas con huevo batido, podemos agregar semillas de amapola o de sésamo.
- Horneamos a 175º C