Ingredientes (salen unas doce empanadillas)Una lámina de masa quebradaDos cebollasTres - cuatro tomates maduros pero no blandosUna cucharada de semillas de cilantroUn huevo Aceite de olivaSal1/2cucharadita de azúcar
- Pelamos la cebolla, la, cortamos en pluma y la ponemos a pochar en una sartén con un chorro de aceite y una pizca de sal. Debe quedarnos blanda pero sin que coja color: hágalo a fuego lento y vigile que no se queme.
- Mientras, escaldamos los tomates, los pelamos, retiramos las semillas y los cortamos en gajos que pondremos a confitar en un cazo o sartén con una pizca de aceite, a fuego muy suave. A media cocción añadimos el azúcar, removemos con cuidado y dejamos hasta que estén blandos pero cuidando que no queden muy aplastados.
- Dejamos que escurra bien el aceite de la cebolla, la mezclamos con el tomate, añadimos las semillas de cilantro que habremos triturado con el mortero, mezclamos con cuidado y dejamos reposar hasta que la mezcla esté tibia.
- Extendemos la masa y con ayuda de un cortapastas vamos recortando círculos hasta acabar la masa. (Los recortes que van quedando los juntaremos en una bola que extenderemos con el rodillo para seguir recortando círculos hasta agotar la masa... etc...)
- Precalentamos el horno a 180º.
- Ponemos una cucharadita del relleno en cada círculo de masa, doblamos para formar la empanadilla y sellamos los bordes con un tenedor.
- Pincelamos con el huevo batido, las colocamos en una bandeja de horno y las dejamos hasta que la masa esté dorara.