Mini plan de productividad para tu blog

Cuando te metes de lleno en la vorágine que supone tener (y sobre todo, mantener) un blog, es difícil no dedicarle tiempo. Si quieres resultados, probablemente estos llegarán en función de tu esfuerzo (incluso con esto último, no te garantizas los resultados, aunque por supuesto, tienes muchas más probabilidades de que lleguen). Sin embargo, es posible que, por unas razones o por otras, sea complicado dedicarle tanto tiempo como necesita a nuestro blog. Por lo que lo ideal sería que, trabajando menos, pudiéramos conseguir los mismos resultados, ¿verdad?

En mi opinión, no se trata tanto de trabajar menos como de trabajar mejor. La productividad, el arte de saber aprovechar y exprimir bien el tiempo limitado del que disponemos, es fundamental de cara a compaginar la actividad en nuestro blog con el sinfín de actividades que llevamos a cabo en nuestro día a día. Por eso, hoy te he preparado un Mini plan de productividad para tu blog, para que en vez de invertir todo el tiempo del mundo, inviertas menos, pero lo aproveches mejor. ¡Que te sirva!

“No trabajes menos, trabaja mejor”

1. No dediques tiempo de trabajo a algo que no sea trabajo:

Es fundamental que el tiempo que le dediques a tu blog, sea cual sea, estés focalizado al 100% en lo que estás haciendo. Esa espiral de me siento, me meto en Twitter, escribo el título del post, me levanto a por un sandwich… tiene que acabar (evita los ladrones de tiempo). Procura concentrarte, evitar distracciones y poner toda tu concentración en lo que estás haciendo, ya sea cambiar el diseño o escribir el primer borrador de tu próximo post.

2. Establece plazos para tus objetivos:

Lo importante para aprovechar bien el tiempo y sobre todo, marcar prioridades sobre qué es más urgente o más importante, o sobre qué deberías hacer antes y qué hacer después, es establecerte objetivos y lo más importante, plazos para conseguirlos. Teniendo objetivos y plazos concretos, eliminas de la ecuación a la maldita incertidumbre, que es la que suele arruinar cualquier plan.

3. Elabora un plan para cumplir esos objetivos: 

No te centres en un plan demasiado ambicioso que no sepas ni por dónde abordar. Para ser productivo, necesitas un plan que te permita ser productivo, por lo tanto, necesitas establecer objetivos realistas, metas realistas y formas de trabajar realistas. Un buen ejemplo de plan sería establecer un objetivo principal y después, dividir en “mini tareas” el objetivo a alcanzar:

• Objetivo principal: Tomarme mi blog en serio de una vez.
• Mini tarea: escribir X posts a la semana.
• Mini tarea 2: organizarme mejor, con un calendario y una lista de temas.
• Mini tarea 3: dedicar X minutos al día a pensar en temas para mi blog.

… Y así todas las mini tareas que te veas preparado para afrontar. Este sistema te enseñará que aprovechas mucho más el tiempo cuando tienes un objetivo grande y organizas su consecución en mini tareas pequeñas, que si te tiras a la piscina sin más.

4. Ventajas de ser más productivo:

Por último, quiero compartir contigo algunas de las ventajas que tiene marcarte el objetivo de ser más productivo con tu blog:

• Aprovechas más el tiempo: con el tiempo, te darás cuenta que empleas mucho menos tiempo en tu blog que cuando procastinabas y te distraías con la primera mosca que pasaba, pero que el tiempo está mucho mejor empleado.
• Te quedará más tiempo libre: exigiéndote al máximo con tus tareas en el tiempo preciso, tendrás más tiempo libre para hacer cualquier otra cosa que te apetezca o directamente, no hacer nada.
• Cumplirás tus metas: poco a poco, te darás cuenta de que el tiempo bien empleado es el mejor aliado que puedes tener para conseguir tus objetivos. Y cuando los consigas, con el chute de autoestima que eso significa, tendrás objetivos nuevos, que traerán consigo nuevas tareas y nuevos objetivos… Y así sucesivamente. Habiendo pasado de la espiral de la pereza, a la espiral de la productividad.

Y ante todo recuerda, ser productivo no es cuestión de levantarse un día y decir “hoy voy a aprovechar más mi tiempo”. Ser productivo consta de un trabajo del día a día, con objetivos del día a día y con tareas en las que lo más importante, será que te emplees a fondo para conseguir lo que realmente quieres.

Lo bueno es que todo el proceso de entre medias, merece mucho la pena.