Revista Salud y Bienestar

MIR, día 223: la recompensa

Por Anna
MIR, día 223: la recompensaEmpezaremos por el final: ¡¡lo conseguí!! La plaza que quería, mi primera opción, es mía desde hace 24h (como podríais comprobar en el papel que muestro en la foto, pero no se lee xD); los próximos 5 añitos los voy a pasar trabajando y formándome como Internista en el Hospital Sagrat Cor de Barcelona. ¡Que sí, que soy Intenista!
La verdad es que después de tantos años de esfuerzo y trabajo, renunciando a tantas cosas (incluída la salud), y con unos últimos meses especialmente duros, no sabéis lo mucho que deseaba que todo valiera la pena, y salir llorando y riendo del Ministerio, como al final pasó. No me lo podía creer, de verdad que no.
El jueves fue un día difícil, porque estaba ya en Madrid y sin conexión a Internet, así que sólo pude seguir la elección de los demás por las llamadas de mis padres... La cosa pintaba bien: no sólo aguantaba mi plaza, sino que el resto de opciones que me quedaban todavía eran bastante buenas. El problema es que casi nadie estaba eligiendo Medicina Interna en Barcelona, lo cuál es extraño (y más teniendo en cuenta que este año la especialidad parece estar de moda), y me aterraba que después eligiera todo el mundo de golpe y, de repente, me quedara sin opciones. Por suerte también, después de otros hospitales que me gustaban, tenía casi intactas las plazas de Medicina de Familia que quería... Vamos, que algo bueno iba a tener, pero yo quería lo que quería.
Eso sí, ayer por la mañana sí que lo pasé mal. Fue entrar en el Ministerio, y aumentar la tensión considerablemente; además, ayer empezamos muy tarde... de hecho, empezamos cuando se suponía que yo ya debía haber elegido, así que tenía a todo el mundo llamándome y mandándome mensajes. El proceso en sí, os lo cuento en otra entrada para los futuros electores, pero os lo resumo: 350 personas estamos reunidos en una sala donde, en grupos de 10, se va subiendo al estrado; uno dice la plaza que quiere, se lee en voz alta, se presiona la tecla "Enter" en el ordenador... ¡y ya es suya!
Imagináos ser una de las últimas de la mañana en elegir, y escuchar por el micrófono, montones de veces: "Elige Medicina Interna en..."; cada vez que oía esas palabras me daba un vuelco el corazón, pensando que no fuera en el Sagrat Cor, que no lo fuera. El peor momento lo pasé pocos números antes que yo, donde eligió una chica de mi clase de la Universidad, porque aunque no sabía la especialidad que quería, sí sabía que se quedaría por aquí... De repente, escucho "Elige Medicina Interna en...", ¡casi me muero! Pero aunque me quitó una de mis últimas opciones, no se quedón con la mía.
Y así, sobre las 10.30, me llamaron. Una vez encima del estrado, cuando ya sólo tenía 7 personas delante, no pude evitar preguntarles qué iban a escoger: las 5 personas de delante ni siquiera querían nada en Barcelona, los otros dos no lo sabía... ¡pero no lo quisieron! Así que, virtualmente, a 5 "Enters" del mío, sabía que lo había conseguido. Por eso empecé a mover las piernas inquietas, se me empezaron a humedecer los ojos y, cuando me preguntaron que quería, contesté con voz temblorosa. "Pulsa aquí", me dijeron, y tras pronunciar un sincero "gracias" a la mesa, y con lágrimas cayendo por mi cara, pulsé la tecla, pegué un salto del que se rió toda la sala, y salí corriendo de allí.
Salí, donde me esperaba J. en la puerta, llorando y riendo. Y aunque corrí a abrazarle, el pobre me vio tan emocionada que durante unos minutos no sabía si me había ido bien o no; de hecho, aunque le dije que sí entre lágrimas, me lo preguntó varias veces. Al final opté por darle el papel para que lo leyera, y yo seguir llorando a mis anchas.
Y aquí estoy ahora, de vuelta a casa, después de ser recibida en la estación de tren a medianoche por mi familia y un montón de globos, llorando todavía al escribir, recordando el que ha sido uno de los días más felices de mi vida.
Para mí, ese 3027 que me quedó tras las reclamaciones, se ha convertido en el número 1 al permitirme hacer lo que quería donde quería. Ahora tengo una mezcla de felicidad extrema, cansancio, miedo por lo que vendrá y, sobre todo, mucha mucha ilusión. Espero no haberme equivocado en la elección y, más que nada, espero aprovechar estos 5 años al máximo.
Gracias, gracias a todos los que me habéis dejado mensajes por aquí, los que seguistéis por Twitter mi elección de plaza, los que os pasásteis por Facebook a felicitarme... Y gracias sobre todo a mi familia y a J, sin los cuáles jamás habría conseguido mi sueño. Sin duda, esta recompensa, es también suya.Si tienes algo que decir (¡seguro!), déjame un comentario :)

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