Para masoquistas de la paradoja irreal, creyentes de abraxas y practicantes del mamoneo virtual. Una peli cruda sobre el paro, los que se aprovechan de la situación y los vericuetos mentales del ser humano. A la puta calle, sálvese quien pueda, el éxito rotundo de la crisis, el amor verdadero y las palomitas envenenás. La cinta refleja a las claras la estrategia global y local. Si a usted le han dao una puerta a traición, no se la pierda. Por lo que más quiera. Si acusa aún las lesiones producidas por las puñalás traperas de algún jefe o compañero cabrón, si pecó de confiao en su día, si le invaden instintos asesinos al cruzarse con uno de los responsables de su ruinazo, recomiéndesela a sus enemigos. El primer bajón, la risa floja, la euforia al recibir una presunta oferta, la depresión producida precisamente por el tiempo que transcurre entre el interés falso y el silencio mortal, la ilusión que hace observar cómo los otrora amigos de plastilina cruzan ahora de acera sin conmiseración, desvían la mirada o borran correos eléctricos, el teléfono como si fuera un marcador simultáneo, la mayor putada en el mejor momento de tu vida. Mira la que está cayendo.