Revista Cocina

Mirarse al ombligo… y solo ver pelusas

Por Debierzo @debierzo

Varias han sido las promociones en diferentes países en las que he coincidido con elaboradores de vinos españoles, y por supuesto del Bierzo, y en general siempre escucho las mismas consignas:

  • Un producto único.
  • Un producto de gran calidad.
  • Un producto “irresistible” en calidad vs precio.

Variables todas ellas de exagerada subjetividad y de muy difícil puesta en valor, especialmente dentro de un mercado cada día más saturado y mejor informado. Y me reitero en el hecho de que al catar y beber diferentes vinos, siempre me encuentro con el  mismo santo y seña, “Nuestro vino le da mil vueltas” o ” Como el vino español no hay ninguno”.

Tan aburrido que a veces hasta me sorprendo pensando en las musarañas, no encuentro ni el argumento ni las palabras adecuadas para rebatir semejantes disparates, ¿tan faltos estamos creatividad y argumentos?. Curiosamente la semana pasada, en una conversación con un importador de Chicago, resurgió una frase nos muestra una realidad bien diferente: “El consumidor americano no se arriesga a pagar más de $10 por una botella de vino español sin reconocimiento… y El Bierzo ni lo sitúan en el mapa”.

No encuentro otra explicación a este extravagante desacuerdo que el constante e histórico complejo o manía, no lo tengo muy claro, que venimos heredando desde hace siglos. Complejo que genera envidias entre nosotros y nos desgasta respecto a otros. Conocemos nuestras debilidades, y las escondemos con frecuentes órdagos (o bravuconadas) que nunca llevamos a término. Al final, pocos son los casos en que se hace un gran vino, parece que ni siquiera lo deseamos. Tan sólo queremos ser víctimas, víctimas buenas eso sí, y muy quijotescas.

En los últimos meses, varios informes sitúan los precios de exportación españoles por debajo de las cifras medias del comercio mundial. Según las perspectivas analizadas por las bodegas de la Federación Española del Vino en el plan para la internacionalización del vino español, los precios medios seguirán estando por debajo de la media para situarlas en 2020 en 1,46 euros el litro. En 2011, el precio medio de venta en el exterior fue de solamente 1,03 euros el litro frente a los 1,15 euros percibidos en 2005.

Considero que esta ha sido una de las causas por las que en los últimos años se han disparado las exportaciones españolas. Ahora me explico esta engañosa estadística que últimamente encuentro en diferentes medios.

En resumen, mucha exportación pero poca calidad. Estamos realizando saldos y rebajas a diestro y siniestro allende los mares, agotando las existencias de nuestras repletas reservas y arrastrando la imagen del vino español — y por ende el del Bierzo — a un segmento de precios comparable a otros vinos de nuevo cuño, que no hace justicia a nuestro valor real y genera una imagen muy pobre de nuestros caldos.


Volver a la Portada de Logo Paperblog