Inspirados por la película The Tree Lover, del director Jonas Selberg, la empresa sueca Treehotel inició un proyecto al que bautizó como Mirror Cube.
Ubicados en un enclave totalmente natural se emplazan estos cubos habitables que parece que flotan a la par que se hacen invisibles entre la naturaleza. El sistema de sujeción consiste en una serie de abrazaderas que agarran el tronco. (Detalle foto interior)
Destacan por estar recubiertos de un cristal especial fabricado con la última tecnología que permite aislar del ruido y las condiciones climatológicas. Este material tipo ´espejo´ que los envuelve consigue que todo el paisaje circundante aparezca reflejado en las caras de este cubo.
Su interior es austero para permitir alcanzar un equilibrio zen, un buen refugio para los amantes de la naturaleza donde poder desconectar y relajarse.