Mis admirados: Julio Anguita

Hoy os voy a hablar de un hombre que me cautivó políticamente, un hombre que me llevó a votar al Partido Comunista de España cuando era un Partido Comunista y no un amalgama de lameculos que lo mismo se alían con Izquierda de Cataluña, el PSOE o con los chicos del chándal y el pelo casco.Julio Anguita. El hombre adusto, serio y formal. El hombre que asumió como estoico la muerte en la guerra de su hijo periodista. El hombre que, estoicamente, renunció a la política por la salud. El que de manera estoica y sin precedentes, renunció hace siete años a su pensión de diputado por tener "suficiente con la pensión de maestro de escuela".Cuánto decía "Programa, programa, programa", en alusión a que no se vendía por un ayuntamiento, mientras el progre medio le ridiculizaba por eso, tan español él. Cuánto decía que prefería que el PCE desapareciese antes que descafeinarse. "Si no nos votan, no nos votan". Cuánto hablaba El Califa Rojo, el maestro, el intelectual, el comunista. El que llamaban pedante porque hablaba un lenguaje elevado que el pueblo percibía, primero en Córdoba, luego en España.Le llamaban elitista por criticar el fútbol y la prensa rosa.Cuando, en fin, se podía ser de IU sin estar cayendo en lo populachero.Aquí, un video del comunismo que fue y ya no es. De la esperanza. De la previsión.Un visionario claro que denunciaba en el 1999 los problemas que aún hoy, más que nunca, nos atenazan. Dura media hora este video, pero hace saltar las lágrimas. Oídlo, por favor. Recordad.