Mis capítulos favoritos de Expediente X

Llevo tiempo escribiendo un especial sobre Expediente X, y está siendo bastante difícil entrelazar todas las tramas, subtramas y huecos argumentales que se estiran a lo largo de nueve temporadas. Al revisar la serie, una de las primeras cosas en las que reparas es en la extraordinaria calidad de la mayoría de los capítulos, algunos auténticas obras maestras tanto de la ciencia ficción, el suspense y el terror, como del absurdo más absoluto. De modo que aunque ya hablaré largo y tendido sobre Mulder y Scully, este post sirve también para ayudarme con la titánica tarea de ordenar la serie completa con un mínimo de coherencia.

Hace tiempo, Chris Carter, creador del show, lanzó un DVD con sus capítulos favoritos, así que creo que yo voy a hacer lo mismo sin cobraros por ello. Tal vez no son los más representativos de los Expedientes X, pero algunos me aterraron cuando era niño a la vez que me dejaban pegado al asiento, y otros me hicieron comprender que no hay nada imposible, nada. Ni siquiera mezclar los extraterrestres y el béisbol.

Escurridizo / Tooms

En un principio, la serie iba a centrarse únicamente en la búsqueda de Mulder de La Verdad, la existencia de vida extraterrestre convencido de que eso le llevaría a encontrar a su hermana, desaparecida cuando sólo era una niña. Sin embargo, los productores quizá vieron muy deprimente seguir siempre por esa línea, y aprobaron una serie de capítulos autoconclusivos que recibirían el nombre de “El monstruo de la semana”. Estos capítulos podrían explorar todo tipo de misterios paranormales, lo que sirvió de apoyo a la trama a la vez que de descanso. La decisión de crearlos vino debido al tremendo éxito de Eugene Tooms, un mutante que se alimenta de hígados humanos y que luego se retira para hibernar durante treinta años.

Recuerdo que la serie apareció en algunos videoclubs dividida en VHS, y mientras que otros me daban un miedo atroz, éste me pareció impresionante. Mis recuerdos más vívidos provienen de esa época, y Eugene Tooms se ha convertido en uno de los mutantes favoritos de los fans, tanto, que apareció al final de la temporada para enfrentarse a Mulder antes de su próxima hibernación, dejando imágenes con mucha fuerza, como su capacidad para estirarse pasando por los conductos de ventilación, o el “nido” que construía para refugiarse. O (y debería asegurarme, porque no estoy muy seguro de que esto fuese de ese capítulo, pero me sorprendió mucho) cuando, trabajando en la recogida de animales muertos, chupa uno de los guantes. Brrrrr…

La parte final, en la que Tooms ha construido un nido bajo las escaleras automáticas de un centro comercial y corre desnudo para matar al agente Mulder, hizo que el propio David Duchovny llegara a asustarse.

E.B.E.

¿Puede un capítulo sobre una serie de extraterrestres en el que NO sale ningún extraterrestre convertirse en uno de los mejores de la primera temporada? La escasez de medios siempre ha sido un problema que los directores han tenido que solucionar con ingenio y dando golpes magistrales de guión. Expediente X siempre ha sido una experta en dejar que tu mente juegue en vez de mostrártelo todo, porque al no hacerlo, al entreverse lo que sucede tras la puerta, o en mitad de los haces de las linternas, o entre los árboles, tu cabeza e imaginación “rellena” esos huecos, y lo hace basándote en lo que tú querrías ver. Nunca falla, por muy frustrante que sea.

En este caso, una nave espacial ha sido derribada y Mulder recibe la noticia de que el piloto podría estar vivo. Con las indicaciones de “Garganta Profunda”, el informador que guía a Mulder en los primeros capítulos, los dos agentes logran introducirse en una planta de energía, donde se dice que está el ser extraterrestre. En todas ocasiones, Mulder y Scully parecen llegar siempre tarde, y encuentran lugares donde el alienígena puede haber estado, hasta que al final, al ser detenidos, Mulder escapa llegando a estar a pocos metros de la cámara en la que el ser está. Entonces aparece Garganta Profunda, quien le dice que ha muerto.

Es frustrante ver el hueco y la camilla en la que hasta hace poco había estado algo que hubiese sido fascinante de observar. No sería hasta la cuarta temporada, donde conocemos el pasado del Fumador, hasta cuando podríamos presenciar la escena que Garganta Profunda nos cuenta en la que existe un acuerdo firmado por varios países en el que queda claro que toda nación que capturase con vida a un ser extraterrestre sería responsable de su eliminación. Aparte de ser las primeras pinceladas a la trama de la Conspiración, me encanta lo que unas simples líneas de diálogo son capaces de hacer, formando la imagen en tu cabeza de que el ser “tal vez no supiera lo que era un arma”, y hace referencia a su mirada en el momento de apretar el gatillo. El asesinato de un ser de otro mundo es sutil, horrendo y fascinante a partes iguales. Un capítulo que todo director con bajo presupuesto debería ver.

Hombrecillos verdes

La primera temporada de Expediente X finaliza con el asesinato de Garganta Profunda y la clausura del departamento, con lo que nuestros héroes quedan relegados a otros trabajos que no son en absoluto tan interesantes como los anteriores. Las segundas partes tienen la dificultad de evitar convertirse en una copia calcada del original, o de explotar sus virtudes hasta que ya no lo son tanto. En el caso de Hombrecillos verdes, capítulo con el que comienza la segunda temporada, disfrutamos de uno de esos monólogos que tanto les gustaba a los guionistas en los que Mulder nos cuenta cuáles fueron los primeros intentos de la humanidad de hacerse escuchar, a través de los mensajes de las sondas Voyager (idea del cosmólogo Carl Sagan, por cierto) en el que se envió música, imágenes y sonidos de La Tierra para que, en caso de que la sonda fuese “interceptada”, pudiesen conocer la procedencia del objeto y algo de la cultura que la desarrolló.

La palabra “interceptada” abre un enorme abanico de posibilidades en mi cabeza. Al margen de eso, como pequeño apunte os diré que existe una entrevista conjunta entre Carl Sagan, Stephen Hawking y Arthur C. Clarke (autor de 2001), en el que éste último le aseguraba a Sagan que en el futuro, las naves espaciales de los seres humanos serían quienes interceptarían los Voyager y los devolverían al museo Smithsonian. Carl Sagan, con una sonrisa, decía que le gustaría que las dejasen continuar con su trabajo. Actualmente, las Voyager han abandonado el Sistema Solar, transmitiendo el mensaje de Sagan en la inmensidad del espacio.

El capítulo usa ese elemento para centrarnos en el telescopio radiofónico de Arecibo, en Puerto Rico, donde los científicos buscaban señales de radio de otros mundos. Es allí donde, entre máquinas cubiertas con plástico y fuera de servicio, en una escena que recuerda a la película “Alien”, los instrumentos se encienden y reciben una transmisión.

Esa sería, posiblemente, la forma más “lógica” de contacto con una raza extraterrestre, y Mulder, en solitario, tiene la oportunidad de hacerse con las pruebas. Allí se topa con un trabajador que parece aterrado ante lo que hay en el bosque circundante (los bosques, por cierto, han sido un elemento recurrente en la serie), algo que dibuja en la pared con un lápiz y que se corresponde con un extraterrestre. Al final Mulder logra escapar, pero sin pruebas de nada, y regresa a sus aburridas tareas de vigilancia pese a que ha tenido la oportunidad de distinguir a uno de esos seres en la puerta de las instalaciones.

Anasazi

La cultura navajo es importante en la serie, y aquí es donde empezamos a ver su implicación. Este era uno de esos capítulos que tenían la facultad de que, por alguna razón seguramente poco importante y que no viene al caso, no quisiera atravesar el pasillo a oscuras que había entre el salón y mi habitación. Uno de los chicos de una reserva navajo sale con la moto después de un ligero temblor de tierra, (aconsejado por su abuelo con la típica frase inquietante india: no molestes a las serpientes…) y encuentra lo que a todas luces es un cadáver extraterrestre enterrado en un vagón.

A pesar de que más tarde descubrimos que no son alienígenas, sino enfermos con los que se ha experimentado, la imagen de los cuerpos apiñándose contra el fondo del vagón en una maraña de huesos y caras retorcidas sigue poniéndome los pelos de punta. Además, hay una escena que se pierde en el montaje, así que no podemos saber a cuándo corresponde ni por qué, en el que vemos sólo las siluetas de esos seres, sean lo que sean, correteando frente a la pantalla justo antes de la que la puerta se cierre y se sumerja en la oscuridad. De pequeño tuve pesadillas ante la idea de que cuando la puerta se cerrase, fuese yo quien estuviese allí dentro, en el mismo sitio que esas cosas, que chillaban y correteaban con pierdas demasiado delgadas.

El capítulo marcaría el final de la temporada con Mulder encerrado en mitad de ese vagón en llamas (él sí que tuvo que meterse ahí) y formaría una trilogía junto con “Camino Bendito” y “Paper Clip”.

Nisei / 731

Uno de los elementos más importantes de Expediente X es su fusión de hechos reales e históricos para hilvanar la trama. Este es uno de esos casos, y empieza con una cinta en VHS que Mulder ha comprado en el que se ve una supuesta autopsia a un extraterrestre. Supongo que por aquella época, el fraude de la autopsia al extraterrestre de Roswell estaba dando bastante guerra. En mitad de la operación, un grupo armado aparece y acribilla a los médicos, llevándose el cuerpo.

En el vídeo, Mulder y Scully reconocen a uno de los médicos, un hombre japonés perteneciente a la temida Unidad 731, un grupo de científicos que en plena Segunda Guerra Mundial se dedicó a experimentar con prisioneros de guerra. Scully le reconoce de su abducción (Recordemos que Dana Scully fue abducida durante la segunda temporada y se encontró con que tenía un implante metálico en la base del cuello).

A la vez, Scully se topa con un grupo de mujeres que dicen recordarla de los experimentos, y además echa un vistazo a su propio destino cuando conoce que una de las mujeres que fue abducida ha desarrollado un tipo de cáncer mortal, el mismo que todas sufrirán y que las llevará irremediablemente ala Muerte.

Mientras que el personaje de Scully se tiene que enfrentar a todo eso, Mulder descubre que en un vagón de tren (otro vagón, como en Anasazi) se va a transportar algo que podría ser un extraterrestre, de modo que se introduce en él y trata de llegar hasta el ser. Sin embargo, y en una de las pocas negociaciones que los miembros del oscuro Sindicato y Scully tienen, la agente descubre que ese ser en realidad es un sujeto de pruebas médicas infectado con una enfermedad muy contagiosa, lo que le convierte en una arma perfecta, y que tiene que salir del tren antes de que una bomba explote y libere la enfermedad.

Aquí ya había potencial suficiente como para que la serie diese el salto al cine, y en capítulos como 731, Rob Bowman demostró que él tenía que ser quien se encargase de ello, cosa que acabaría haciendo.

Tunguska / Terma

Otro díptico. Hasta ahora, la trama que implica una posible invasión extraterrestre sólo ha implicado a Estados Unidos. Pero pronto, con el descubrimiento de una piedra procedente de Marte (basándose en un meteorito real descubierto en la década de los ochenta enla Antártiday donde se encontraron restos de microorganismos) que contiene el famoso aceite negro, Mulder y Krycek, uno de los villanos de la serie, viajan juntos hasta Rusia, lugar donde encontraron la piedra. Allí son capturados y encerrados en una prisión, donde los esclavos trabajan en las minas buscando restos del meteorito que contenía el aceite negro y usándolo en experimentos médicos para crear una vacuna. Por supuesto, Rusia es mucho más tenebrosa que los Estados Unidos, y por un momento nos dejó con la duda de si la guerra fría realmente acabó alguna vez, ya que vemos a las dos grandes naciones continuando con sus planes, tal vez buscando imponerse en la batalla que se avecina cuando los extraterrestres nos invadan.

Como podemos ver, por mucho que sean seres de otro mundo los que vayan a destruirnos, los que más miedo dan son los seres humanos, capaces de infectar a otras personas con la enfermedad para buscar una cura en sus reacciones. El fantasma dela Unidad731 está muy presente.

Post Modern Prometheus

Al margen de las invasiones extraterrestres, hay mucho en la serie, y PMP es uno de los episodios favoritos de mucha gente. Para empezar, es en blanco y negro, el único grabado en ese formato, y no esconde sus influencias, ya que la historia del monstruo de Frankestein está siempre presente. Además hace uso de ese humor negro que tanto les gusta a los guionistas y a mí, y hace un final redondo.

Pero vayamos por partes.

Una mujer de un pueblo perdido en mitad del país los llama porque está convencida de que un monstruo la ha violado en repetidas ocasiones tras drogarla y obligarla a escuchar música de Cher. Mulder y Scully se topan entonces con la versión más dura y pueblerina de la clase media-baja estadounidense, una sociedad atrincherada frente a la televisión y que ve a Jerry Springer como su dios particular. Aunque exagerado, sirve para identificar a gran parte de la población que consume programas de televisión de dudosa calidad y que ensalza a los freaks que allí salen como lo más elevado de la sociedad.

Las investigaciones llevan hasta un científico que se dedica a experimentar con la genética de las moscas para crear quimeras en las que las patas le salen de los ojos y todo tipo de mutaciones que se le ocurran. (Atentos al detalle, sacado de película dela Hammer, cuando le preguntan al doctor por qué hace esas cosas y él responde: Porque puedo. Y a lo lejos se escucha un trueno)

Al final, resulta que ese doctor hacía experimentos con humanos, por mucho que lo negase, y uno de ellos salió mal. Ese fallo sería el monstruo que todo el pueblo ansía encontrar, porque le otorgaría notoriedad y fama televisiva al pueblo, pero resulta que no es más que un ser humano deforme que se siente solo y que quería tener amigos y que sienta una gran afición por la música de Cher. El vídeo que veis a continuación es una buena muestra de la calidad de la serie y la capacidad que tiene para acabar una historia en principio tétrica con un clima de buen rollo. Cher fue invitada a aparecer, y aunque se echó atrás en el último momento, la verdad es que se arrepintió viendo la calidad del resultado final.

Me encanta este vídeo.

PMP

Bad Blood

Los vampiros son la excusa para ofrecernos una visión curiosa y divertida de Mulder y Scully. Como ocurre siempre en las series de televisión, el primer fragmento nos muestra lo que inicia el caso y de ahí cortamos a la cabecera. En esta ocasión todo parece ser lo mismo, excepto que es un chico inocente el que va corriendo por el bosque (otra vez el bosque) hasta que alguien lo derriba y le clava una estaca en el corazón. Su asesino es Fox Mulder, quien se enfrenta a la tarea de explicar qué demonios se le pasó por la cabeza para jugar a Van Helsing con un repartidor de pizzas.

Poniéndose de acuerdo para presentar la declaración, tenemos dos versiones de la historia (algo que se hizo famoso en la película Rashomon) cada una contada por uno de los dos protagonistas. Esto nos da la oportunidad de ver cómo se ven Mulder y Scully a sí mismos y al otro.

Cuando es Scully quien cuenta la historia, Mulder es histriónico e hiperactivo, no tiene en cuenta los sentimientos de los demás y el sheriff del lugar es guapo y educado. Además, las autopsias son tediosas e interminables, mientras que Mulder parece no estar trabajando en absoluto y exigir demasiado.

Después, cuando es Mulder quien cuenta la historia, vemos que Scully es una mandona sin una pizca de entusiasmo, gritona y enfadada siempre por cualquier cosa que culpa a Mulder por todos los fracasos de su vida, sin olvidarnos (y este detalle es uno de los más famosos de la serie) que el sheriff tiene dientes de conejo. Un capítulo grandísimo y divertido que explora la vena más personal de los personajes principales y que, cuando es Mulder quien habla, se nota mucho que es su forma de verse a sí mismos.

Por cierto, es el episodio favorito de Gillian Anderson.

Bad Blood

Mulder drogado cantando la cabecera de Shaft

The Beginning

Entre las temporadas cinco y seis es donde se sitúa la película Fight The Future, y donde por fin vemos que el aceite negro acaba mutando en el interior de sus víctimas hasta gestar un nuevo ser extraterrestre. Pero ahí es donde acaba la cosa, al menos en el film, ya que no vemos qué sucede con esos seres ni qué son exactamente. Pues bueno, el primer capítulo de la sexta temporada fue el primero que se rodó en Los Ángeles, por lo que el cambio de iluminación y fotografía con respecto a los capítulos anteriores es más que evidente. Además, aquí es donde la serie empieza a mostrarnos más a los seres que a insinuárnoslos (hubiera sido muy difícil en la película que la nave espacial enterrada en la Antártida no se hubiese visto).

Lo que ocurre es que un trabajador que manipula el aceite negro es infectado con él y un aumento de la temperatura hace que de a luz a un ser extraterrestre, de la misma forma que vimos en la película. El capítulo en sí nos cuenta cómo Mulder y Scully, ayudados por la petarda de Diana Fowley, ex novia de Mulder, intentan encontrar al ser, que anda suelto por ahí. Además, aparece Gibson, el niño ajedrecista que era capaz de leer mentes y que puede comunicarse con ese alienígena.

Como todo en esta serie, ponerle un poco de orden es bastante difícil, pero lo que acabamos sabiendo aquí es nada menos que saber que el aceite negro es el elemento vital de los extraterrestres invasores, que lo usan para reproducirse alimentándose de un huésped y que cuando nace es un ser casi reptiliano y brutal. No es sino el calor (como el que obtiene agarrándose a uno de los reactores de una central nuclear) el que hace que continúe con su desarrollo hasta alcanzar el estado adulto y gris.

Es posible que muchos de los que hayan visto el capítulo no se hayan dado cuenta de todos los detalles, pero una vez asimilados te das cuenta de que son elementos apasionantes que nos describen poco a poco la naturaleza de los extraterrestres y que ayuda a entender un poco más dónde encaja cada pieza en el inmenso puzzle de la serie.

Triangle

Alucinante.

No hay otra forma para describir lo bueno que es este capítulo desde un punto de vista técnico. La historia trata acerca de Mulder, atrapado en el triángulo de las Bermudas, en un barco ocupado por los nazis enla SegundaGuerraMundial, mientras que Scully, en la época actual, intenta encontrarle en las ruinas del mismo barco. Lo increíble de este capítulo es que está grabado en grandes planos secuencia, tomas en las que una sola cámara sigue a los actores durante varias escenas y escenarios sin un solo corte. Esto nos da escenas muy fluidas y que cuestan mucho trabajo organizar.

Uno de los planos secuencia más laboriosos no lo encuentro en Youtube y está protagonizado por Scully, donde podemos verla hablar con alguien en un despacho, caminar hacia el ascensor y permanecer allí por menos de diez segundos. En ese momento, y mientras la cámara no lo enfoca, los técnicos han desmontado el decorado completo, movido las paredes falsas y creado otros pasillos plagados de actores para que de la sensación de que el ascensor se ha movido de sitio. Y no son decorados pequeños, ya que Scully los recorre, entrando en el despacho de Skinner, saliendo por otra puerta, entrando en un corredor, bajando al sótano etc etc. Una sola pared no puesta a tiempo, una risa que se cuela en sonido, un diálogo que se traban al decir o cualquier tontería tiraría al suelo el trabajo de decenas de personas. Incluyendo que en la visión de Mulder del barco, los nazis son todos aquellos que le caen mal y que allí aparece Scully como una mujer de los años cuarenta a la que tiene que rescatar (y que incluye el primer beso entre la pareja, solo que no es Scully propiamente dicha) y que contiene la declaración de amor de Mulder pero que Scully no se toma en serio pensando que sufre algún tipo de shock y no es coherente, este es otro capítulo que no os tenéis que perder.

Como un par de detalles más, fijaos en que el vídeo que os pongo más abajo no tiene ningún corte y es un movimiento de cámara fluido, a la vez que cuando los nazis disparan, el tiro y la caída del cadáver no se ven en cámara porque costaría mucho hacerlo bien a la primera y es mejor obviarlo. En una pelea entre nazis y oficiales del barco, la canción que suena es la misma que usan en Harry Potter y el Prisionero de Azbaban cuando se enfrentan al boggart, y en una ocasión podemos ver, a pantalla dividida, DOS PLANOS SECUENCIA que encajan perfectamente en el mismo pasillo pero en distintas épocas. Como he dicho antes, alucinante.

Plano secuencia en Triangle

Mulder le dice a Scully que la quiere

Dreamland

Otro episodio doble que ahonda en el Área 51. Pero en vez de centrarnos en teorías conspirativas y clichés, ya que el Área 51 es el lugar de las Conspiraciones favorito por todos, se usará como excusa para crear otro tipo de situaciones. La base militar ha salido en muchas películas, y se supone que ahí es donde el gobierno de los Estados Unidos custodia todo tipo de naves extraterrestres y sus tripulantes. La verdad es que hasta hace poco tiempo el gobierno negó la existencia de la base, por mucho que sean visibles las vallas que informan de la autorización para usar fuego real en esa zona, y que con Google Earth puedas ver sus enormes pistas de aterrizaje. La verdad es que la base se extiende bajo las montañas que plagan el desierto, y que en ella se han realizado pruebas de aviones experimentales (habitualmente confundidos con OVNIS). Además hay historias que podrían ser verídicas sobre vida extraterrestre, y un montón de cuentos acerca de que a los seres de otros mundos les chiflan los helados de fresa, pero ya he escrito bastante de eso en el especial de la serie que iré publicando en cuando lo vaya terminando, así que lo dejaremos para más adelante.

Las naves espaciales con capacidades para plegar el espacio tiempo son la excusa para que Mulder y un hombre de negro llamado Phillip Morris se intercambien el cerebro, y vemos cómo es la vida de los Men In Black cuando no es Will Smith quien la protagoniza.

Por una parte, “Mulder” regresa del viaje mucho menos tenso de lo normal. Juega al ordenador en el trabajo, flirtea con las secretarias, incluso invita a cenar a Scully, cosa que nunca ha ocurrido en los seis años anteriores. Así nos damos cuenta de lo extraño que ha sido Fox Mulder durante toda su vida, ya que no tiene ni habitación ni vida social (aunque se deja caer que es adicto a la pornografía), de ahí que Morris compre incluso un colchón de agua (detalle que se alargará en las siguientes temporadas)

Pero veamos la vida de Phillip Morris, el misterioso hombre de negro. Y es una vida espantosa, con una mujer que ya no le quiere, unos hijos que le odian y que, en palabras de Morris, “me asesinarían con tal de cobrar el seguro”. La esposa de Morris es un personaje fantástico, ya que se pone celosa de Scully, quien cree que es una amante de su marido. Sin duda me quedaría con la escena de los espejos, un claro guiño a Sopa de Ganso de Los Hermanos Marx, y donde vemos ese humor negro y absurdo de David Duchovny y la afición por el sexo del agente Mulder.

La escena de los espejos de ‘Dreamland’

Arcadia

¿Sabéis lo que me revienta entrar en un portal y encontrarme una nota que nos obliga a todos a tener el mismo modelo de toldo en el balcón porque es “estéticamente agradable”? Y tienes que utilizar el mismo modelo que el primer vecino en instalar uno, aunque sea espantoso y a estrellas de colores. Las comunidades de vecinos donde todo el mundo se conoce, se saluda y se saben tus secretos siempre me ha parecido más aterrador que un callejón solitario, y allí es donde Mulder y Scully acuden haciéndose pasar por matrimonio, para investigar qué les ha pasado a los inquilinos anteriores. Arcadia parece ser una comunidad cerrada y perfeccionista con un pesado reglamento para que todas las casas sean iguales y respeten un código, algo que, al igual que en PMP puede parecer exagerado, pero que sirve para ponernos de frente algunos modelos de comportamiento un poco ridículos. El capítulo tiene el añadido de que a estas alturas Mulder y Scully ya no pueden aguantar más la tensión sexual no resuelta que hay entre ellos, y el espectador disfruta viéndolos fingir ser una pareja, y enfrentarse a situaciones como “estrujar la pasta de dientes, dejar la ropa tirada por el suelo, ponerse una máscara de pepinillos para dormir”, cosa de la que Mulder se aprovecha con frases del tipo:

-   ¡Mujercita, vuelve aquí y prepárame un sándwich!

De la misma forma que le pide que duerman juntos con la excusa de que “ahora están casados”, para musitar cuando Scully le envía al sofá que “ya no hay pasión.” El responsable de los asesinatos es una criatura creada por el dueño de la urbanización, que pretende que todos vivan de acuerdo con las reglas más estrictas sobre el color de los buzones o sobre no poder canchas de baloncesto frente al garaje. Mulder acaba metiendo una excavadora en el jardín.

Ya no hay pasión

The Unnatural

Quizá la idea más extraña en un inicio, extraterrestres jugando al béisbol, le da la oportunidad a David Duchovny de lucirse escribiendo y dirigiendo uno de los mejores capítulos de toda la serie y que nos cuenta la historia del primer jugador de béisbol negro, que en 1947, en la localidad de Roswell, logró batir una marca. El problema reside en que ese jugador, Josh Exley, es en realidad un extraterrestre. Cuando le cuentan esta historia, Mulder no la cree en absoluto, pero el relato está muy bien construido y grabado con una gran calidad.

Exley, que ha rechazado jugar en la liga profesional y prefiere “perder el tiempo” en partidos aficionados, es amenazado por el Ku Kux Klan, quien se opone a que un negro juegue a ese deporte. Entonces el pueblo decide asignar a un agente de policía para protegerle, y es él quien se da cuenta de que algo raro ocurre. Un día, a Exley le dan un pelotazo en la cara y empieza a sangrar, pero es un líquido verde, a la vez que empieza a hablar en un idioma desconocido. Una noche, el policía sorprende a Exley con su aspecto real y se desmaya.

Hasta ahora, todos los extraterrestres que han salido en la serie han tenido intenciones malignas, y nunca han hablado. Exley le cuenta que él es la oveja negra de su familia, ya que cuando llegó a La Tierra, le encantó el béisbol, el olor a tierra, la diversión, algo que no existe en su planeta. Le pide que le ayude a mantener el secreto. Sin embargo, un cazarrecompensas alienígena, al que el espectador ya conoce de sobra, se presenta para ejecutarlo. El cazarrecompensas anuncia a Exley que va a ejecutarlo, y dice que al ser su verdugo, le mostrará su verdadero rostro. Entonces vemos que el pétreo rostro humano que suele mostrar cambia a una cara gris y extraterrestre, mientras que Exley se niega hacerlo, diciendo que esa cara es su rostro real. El cazarrecompensas le hiere justo cuando el policía llega a salvarlo, y Exley, sangrando, le pide que se aleje ya que la sangre de los alienígenas es tóxica para los humanos. Pero el policía le tranquiliza diciendo que “es sangre, sólo eso, sólo sangre”, dando a entender que Exley ya es tan humano que su sangre es roja.

David Duchovny demostraría en más ocasiones el talento que tiene para la escritura, pero creo que este es el mejor ejemplo de todos. Tomando una película basada en el mundo del béisbol protagonizada por Robert Redford titulada “lo natural”, él consigue “Lo antinatural”, y nos da además una de las escenas más románticas de toda la serie, donde Mulder enseña a Scully a jugar al béisbol y dejar atrás los problemas como no saber qué hacer con tu vida, ser el eje central en una conspiración mundial que involucra a la vida extraterrestre o pagar una enorme cantidad de alquileres de vídeos eróticos.

-   Perdona Scully, esos dos últimos son míos.

Mulder y Scully jugando al beisbol

X Cops

¿Qué le queda a esta serie por experimentar? Pues coger a sus dos protagonistas e introducirlos en el show Cops, conocido por meter a un equipo de televisión y seguir a un coche patrulla para ver cómo es la vida en los bajos fondos. Esto es algo que también harían series como “Me llamo Earl” aunque Expediente X consigue un resultado con mayor calidad ya que utilizó las cámaras del programa COPS para mostrarnos el ataque de un monstruo que parece no salir nunca en pantalla, cuyos testigos son todos unos freaks de cuidado y que dan pistas erráticas sobre quién es el atacante. Algunos dicen que es un oso, otros que es el propio ¡Freddie Krueger! Las cámaras siguen a los protagonistas, donde Scully se muestra avergonzada más que nunca de las técnicas de su compañero, y vemos que quizá sí es tan mandona como pensamos. Este capítulo es una pericia de la actuación, al igual que lo fue Triangle para poder hacer bien todos esos planos secuencia, y es una rareza que nos muestra a nuestros personajes favoritos fuera de su entorno y enfocados por una cámara que no cuida en exceso la fotografía.

COPS

Je Souhaite

Os lo aviso, si os encontráis con un genio, jamás le pidáis que os proporcione una erección permanente. Según Mulder, eso fue lo que causó la muerte de uno de los personajes en este capítulo, y especifica que tuvieron que levantar el marco de la puerta para poder sacarle de la habitación.

Este capítulo, el último autoconclusivo dela Séptima Temporada (antes de la abducción de Mulder y el desarrollo de los Supersoldados y una Segunda Conspiración en la que se embarcó la serie en sus temporadas finales) tiene como protagonista a una mujer que dice ser un genio que vive enrollado en una alfombra y que ha sido descubierta por un empleado de un almacén. Lo primero que ese hombre pide es ser invisible, lo que hace que sea atropellado por un camión (y descubierto después cuando un ciclista lo “pisa” sin querer), convirtiéndose en la autopsia más rara que Scully ha realizado en su vida.

Es muy curioso que nadie pida que le curen al hermano, que va en silla de ruedas, y sólo se les ocurre una silla de oro macizo.

Pero lo bueno viene cuando es Mulder quien consigue los tres deseos, y cree que la clave está en pedir algo bueno para la humanidad, como la paz mundial, haciendo que borre del mapa a seis mil millones de personas. Lo mejor sin duda, al igual que PMP, es su final, en el que por una vez le preguntan a la genio qué pediría ella, y donde deja claro que desearía no haber oído nunca la palabra deseo, ya que ella era una humana que se transformó en genio, y que le gustaría poder ver pasar la vida como una más, tomándose un café en una terraza una tarde soleada.