En fechas tan señaladas de penitencia y torrijas, no podemos menos que sumarnos a la corriente de honda meditación y recogimiento del mundo católico con esta escena de La loca historia del mundo, de Mel Brooks (1981), en la que desmonta todas las paparruchadas que se han inventado Dan Brown y sus acólitos e imitadores con el fin de exprimir la burra del best-seller.