Uno de los experimentos más divertidos en el planeta cine es imaginar delirantes propuestas de intertextualidad cinematográfica, esto es, qué resultaría de juntar de manera disparatada personajes o situaciones de películas diametralmente opuestas o imposibles de relacionar a priori y que sin embargo andan conectadas por algún fleco argumental subterráneo.
Por ejemplo, ¿qué pasaría si uniéramos en una comida a la joven Sally que interpreta Meg Ryan en Cuando Harry encontró a Sally, dirigida por Rob Reiner en 1989, y al Doctor Bernardo que incorpora John Carradine en Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y no se atrevió a preguntar, película de Woody Allen de 1972? Una finge orgasmos durante la comida; el otro aprovecha el segundo plato para emitir incendiarios discursos sexológicos…